Ni en Lisboa ni en Germersheim "saben nada": la situación de incertidumbe de los estudiantes Erasmus ante la crisis del coronavirus

Les convalidacions i la cancel·lació de moltes estades erasmus són el que més preocupa als estudiants

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Unos han vuelto y otros se han quedado; unos han visto como su Erasmus para el segundo semestre quedaba cancelado y los otros no saben como terminará; unos continúan su Erasmus vía online desde su residencia en València mientras los otros lo terminan en las residencias de Lisboa, Téramo o Graz.

La crisis del COVID-19 está haciendo peligrar la economía de muchos países, ha cerrado bares y restaurantes, cines y teatros, y además, ha hecho que los alumnos y alumnas pasen a recibir las clases de manera online. Pero, ¿y los estudiantes Erasmus? Hay algunos que vinieron para Fallas y no pueden volver, tienen todas sus cosas en sus respectivos países en los que cursaban su Erasmus, otros se vinieron "con el último avión" y otros han visto como su estancia quedaba cancelada ante esta gran crisis que no tiene precedentes.

Hemos hablado con Júlia, Francesc, Andrea, Belén y Marta, estudiantes Erasmus de la Universitat de València en Graz (Austria), Germersheim (Alemania), Cardiff (Gales), Téramo (Italia) y Lisboa (Portugal) respectivamente, que han visto como esta crisis sanitária ha cambiado por completo su visión del Erasmus e incluso en alguno de estos casos, ha puesto en peligro sus estancias y ha variado su plan de estudios.

Francesc es un estudiante del Grado en Traducción y Mediación Interlingüística que estaba cursando su Erasmus en la ciudad alemana de Germersheim, ciudad que cuenta con una base militar a 2 km, donde fueron llevados los 122 alemanes que estuvieron en la zona de Wuhan para tenerlos controlados. De esta manera, el estudiante afirma que "por precaución, se colgaron carteles por toda Germersheim". Francesc vino a València para disfrutar de las Fallas y ahora, se ve en un mar de incertidumbres al no poder volver, tener todas sus cosas en la residencia y tras recibir ayer un correo en el que la universidad alemana le cancelaba su estancia Erasmus para el segundo semestre. De este modo, según como ha informado la residencia al estudiante, este "debe seguir pagando el alquiler mensual hasta que pueda recoger todas sus pertenencias de la habitación". Por otra parte, la situación de Francesc es un poco complicada, ya que el estudiante durante este segundo semestre iba a cursar asignaturas que en su universidad de origen se cursan en el primer semestre -un hecho muy típico en las estancias Erasmus anuales- y ahora, no puede contar con esos créditos, los cuales debería cursar el próximo año, pero aquí viene otro problema: el solapamiento de las asignaturas le puede ver obligado a ampliar los estudios universitarios un año más.

El problema es ahora como me incorporo a las clases de la Universitat de València en las que no estoy matriculado y las cuales ya han empezado. Francesc Viel
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En el caso de Marta, estudiante Erasmus de Periodismo en la ciudad italiana de Téramo, su estancia de estudios continúa pero de manera no presencial, es decir su Erasmus sigue pero ahora las clases, como aquí en España, se ofrecen de manera online. La estudiante afirma que se compró dos vuelos para volver, "uno para València y otro para Portugal, y los dos me los cancelaron". Respecto a la situación en su ciudad, ni cunde el pánico ni la gente compra de manera compulsiva, no obstante, lo que falla, es la falta de comunicación entre la Universitat de València y ellos mismos, ya que "hasta el miércoles 25 de marzo, ni el coordinador Erasmus ni relaciones internacionales" se pusieron en contacto con ellos, según la estudiante.

Todo está muy difuso. La Universidad de Téramo no sabe decirnos nada, y la de València tampoco. Nadie saber decirnos nada. Marta García
Andrea es una estudiante de Traducción y Mediación Interlingüística que estaba cursando su Erasmus en la ciudad galesa de Cardiff hasta que la situación de alarma social la forzó a coger el último avión Bristol-València. No obstante, la estudiante, ahora esta realizando las clases propias de la Universidad de Cardiff a distancia, via online, como el resto de sus compañeros. Del mismo modo, en el caso de Andrea, vemos como los estudiantes Erasmus que hicieron las maletas para volver de manera inmediata, no cuentan con todas sus pertenencias en su casa, es decir, que en la residencia de estudiantes en la que vivia en el extranjero, "aún tengo cosas mías que no sé si mis amigas me las podrán enviar por correo", de esta manera, "me tocaría ir cuando se pueda", afirma Andrea.
Después de hablar con los responsables de la residencia de estudiantes en la que vivía y contarles que ya no iba a volver, al final les hice entender que no debía pagar los dos mil euros que me pedían por la estancia de abril a junio, período durante el cual no iba a estar en esta residencia. Andrea Candel
Siguiendo la lista, el caso de Belén, una estudiante de Magisterio de la Universitat de València que cursa su Erasmus en la capital portuguesa de Lisboa, sorprende por la poca urgencia con la que la misma Universitat de València se puso en contacto con ella para saber cual era su intención, si quería quedarse en Portugal o si quería ayuda para intentar volver a València. En las siguientes imágenes proporcionadas por la estudiante, podemos comprovar como el correo que se le envió el mismo martes 24 de marzo, después de diez días de la declaración del estado de alarma, con el que se le redirigía a un formulario del Ministerio de Universidades mediante el cual se registraban las preocupaciones de los estudiantes.
No entiendo como por parte de la Universitat de València se han puesto en contacto con nosotros de manera tan tardía. Si los estudiantes quieren volver, estos ya lo han hecho muchos días antes por su cuenta. No se puede comparar la atención por parte de la Universidad de Lisboa con la proporcionada por la Universitat de València. Belén Garcia
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Por último, hemos hablado con Júlia, una estudiante natural de Benifaió cursando el Grado en Traducción y Mediación Interlingüística que estaba cursando su Erasmus en la ciudad austriaca de Graz. En este caso, las clases de la estudiante siguen de manera online y sorprende la rapidez con la que las autoridades actuaron respecto a la cancelación de las clases presenciales, adoptando esta medida ya el día 10 de marzo, cuando solamente había 131 casos activos de coronavirus y aún no se había producido ningún fallecimiento, de esta manera, España no actúo hasta el 12 de marzo cancelando las clases, cuando en este momento ya había más de 4.000 contagiados y el número de muertes ascendía a 87, según los datos del Departamento de Seguridad Nacional. La estudiante afirma que, del mismo modo que Belén, la estudiante Erasmus en Lisboa, "la actuación de los responsables de relaciones internacionales de la Universitat de València no se puede ni comparar con la de los responsables de la universidad de Graz". Por parte de la Embajada de España nos dicen que sería muy difícil volver al país, ya que no hay vuelos ni desde Alemania, ni desde Francia, Eslovenia, ni Italia.

Hasta que no le envié yo un correo a mi coordinador Erasmus, no tuve ninguna noticia de la Universitat de València. No ha sido hasta el miércoles 25 de marzo cuando la Universitat de València nos ha enviado un formulario para que pongamos todos nuestros datos y nuestra situación. Júlia Escrivà
Esta es la situación de muchos de nuestros amigos, familiares y en concreto, de muchos estudiantes Erasmus que ven de manera diferente su estancia en otros países, eso que desde hace años veían con muchas ganas y que durante el año pasado estuvieron organizando con todo el cariño y todas las ganas enfrentándose a procesos burocráticos muy lentos y, en muchas ocasiones, con muy poca ayuda, la misma que están recibiendo en estos duros momentos en los que están lejos y sin sus familiares.
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