Company: “El MuVIM tiene como motor el mundo de las ideas, es un museo de geometría variable”

El Director del museu explica l’evolució que ha tingut durant els seus anys al comandament

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Rafa Company no puede disimular su procedencia, un barrio auténtico como es el barrio del Cabanyal. A mediados de los noventa comenzó su trayectoria en el Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat. Fue sido director y subdirector del MuVIM y coordinador técnico del Gabinete Valenciano de Numismática en el Museu Prehistoria de Valencia. Además, es Licenciado en Geografía e Historia, especializado en la sección Historia del Arte, por la Universitat de València (1985), y Técnico Superior de Servicios Culturales de la Diputació de València desde el año 2000. Asimismo, en las direcciones del MuVIM por Román de la Calle, Juan Varela y Joan Gregori ha estado al frente del Departamento de Educación. Pero su destino estaba escrito, el pasado octubre, más de una década después, volvió a ocupar su puesto de director del MuVIM con la intención de darle estabilidad y proyección al museo.

Es la segunda vez que está como director, después de dos años en el cargo ¿qué diferencias ve entre una etapa y la otra?

En la primera etapa hubo dos periodos muy diferentes, uno lo recuerdo con absoluta emoción positiva, fue toda la etapa del proyecto de conformación original que realmente significó un gran esfuerzo y a la vez era como un gran reto. Tenía todas las ilusiones que significa poner en marcha una iniciativa de grandes dimensiones y todo lo que nosotros queríamos que fuera la trascendencia social del museo. Después realmente no se pudo llevar a cabo en su totalidad y hubo una etapa que condujo a que yo tomara la decisión de dimitir. Pero sí que tenemos que insistir en esa diferencia, hubo una etapa fundacional que recuerdo de la mejor manera y hubo un segundo momento que las discrepancias se hacían públicas a nivel mediático y me condujeron a tomar esta decisión.

En esta segunda ocasión, han pasado muchas cosas, pero, sobre todo, los años y también el museo tiene toda una trayectoria y tenemos que asumir que muchas cosas del pasado son magníficas y las tenemos que incorporar a la etapa nueva. Por lo tanto, veníamos con ideas especificas o privativas, pero también es cierto que con el paso de los meses hemos podido completar estas ideas nuestras con una revisión de iniciativas de etapas pretéritas.

¿Qué cosas están recuperando de épocas anteriores?

Hemos puesto en marcha de nuevo el tema de fotográfica y toda la cuestión de actividades culturales complementarias con independencia de algunos matices, se ha intentado mantener está oferta ya que es muy importante. Porque, aunque seamos un museo que pertenezca a la Diputació de València y tengamos una relación privilegiada en las comarcas con exposiciones temporales, nosotros somos equiparables por lo que hace a la dación de servicios y lo que significa el centro cultural de la beneficencia que no solo es un contenedor museístico, sino que también es un contenedor de actividades culturales de diferente naturaleza. Nosotros esto lo estamos haciendo porque queremos ser una referencia de actividad cultural para una serie de barrios de la ciudad que, en caso contrario, no tendrían esas posibilidades.

Uno de sus objetivos era convertir el MuVIM en UN Centro de Cultura Contemporánea, ¿ha habido una evolución hacia esta meta en estos dos años?

Nosotros siempre hemos defendido que cuanto más sigamos actuando de manera positiva en la cultura de València mejor, y por lo tanto es obvio que somos un Centro de Cultura Contemporánea sin que eso signifique que no reconozcamos el carácter de ser centros de cultura contemporánea a instancias de quienes estamos hermanados como el IVAM o el centro del Carmen.

En nuestra remodelación de exposición permanente como en la programación de exposiciones temporales, como en los talleres didácticos que se programan, no estamos fallando y creo que estamos haciendo un gran trabajo para ser un gran Centro de Cultura Contemporánea.

¿Qué es lo que define a este Centro de Cultura Contemporánea?

No es solo un museo que hace exposiciones. Es fundamental esto. Si nosotros nos limitáramos a ser un museo que tiene una permanente y unas temporales, evidentemente, la gente que trabaja aquí tendría la vida menos alterada, pero no estaríamos cumpliendo la situación que tenemos encargada o que hemos asumido que tenemos encargada.

Nosotros consideramos por todos los puntos, que es imprescindible que, más allá de las actividades tradicionales, los museos sean capaces de ofrecer mucho más. Y por eso también hacemos este trabajo, tenemos en cuenta la falta de infraestructuras culturales en la Comunitat Valenciana y que nuestro público se ha acostumbrado a encontrar en el MuVIM esa referencia que va más allá de la sola exposición.

No nos reconoceríamos como tal sin que la gente supiera que en el MuVIM va a encontrar más que una exposición al uso y por eso creo que nos ven como un museo diferente. Nosotros no necesitamos etiquetarnos porque la gente sabe quiénes somos. El carácter de reconocimiento social del museo se obtiene a través del público que viene a visitarlo porque somos un museo con independencia de que seamos todo lo demás.

¿Qué puntos destacarías desde la nueva etapa de 2015 hasta el día de hoy?

Creo que hay un punto de inflexión que es la inauguración de la exposición de “La Modernitat Republicana” porque era una exposición ideológicamente comprometida, que no quiere decir ideológicamente sectaria, en la que nosotros pensamos y seguimos considerando que ha sido una memoria de lo que significó la república. Creemos que la manera en que hicimos la reivindicación de ese momento histórico, las formas que utilizamos, entre otras cuestiones, obtuvo una respuesta demográfica formidable. Esa receptividad que encontramos nos señaló el camino. En el MuVIM podemos hablar de todo y tenemos que controlar de qué forma lo hacemos, pero ese es el punto de inflexión.A partir de ahí pudimos comprobar que había públicos que se reconciliaban con el MuVIM. Como el tiempo ha pasado, también hay una generación a la que es necesario llegar, la gente joven. Hay que convencerlos de que vale la pena vivir una experiencia en directo que va mucho más allá de la realidad virtual.

Con la apuesta de “Valencia en vinyetes” hemos pensado en la posibilidad que determinadas edades más jóvenes puedan decidir libremente pasar una parte de su tiempo con nosotros. Tenemos que ser una oferta atractiva para personas que pueden decidir quedarse en casa o incluirnos en su tiempo, nosotros queremos estar presente en su servicio y queremos que sepan que el MuVIM es el espacio que tiene como motor el mundo de las ideas. Es a la vez un museo diferente y por eso vale la pena que vengan a verlo.

No creo que estemos fracasando en está iniciativa, sino que estamos en el ambiente de muchas personas. Es un museo de geometría variable, es decir, en ocasiones satisfacemos al 100% la voluntad de alguna gente y en ocasiones no, y hacemos exposiciones que tienen muchos públicos posibles. En ocasiones sí tenemos claro lo que queremos y vamos a un nicho muy determinado.

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