A mediados de mes Algemesí despertó con un nuevo paso de cebra. Lo llamativo de este es que tiene un tamaño descomunal de unos 30 metros. El Ayuntamiento de la localidad ha instalado esta señalización en una avenida muy frecuentada por los vecinos muy próxima a la estación de ferrocarril.
Esta zona está muy concurrida por los ciudadanos que utilizan los trenes de cercanías. "Hacía falta un paso de cebra porque estaba mal señalizado, pero creo que es demasiado grande", comenta Ernesto Tortosa desde un taller mecánico cercano. Además, opina que el nuevo paso de cebra reduce la fluidez del tráfico.
En la avenida ya había otros dos pasos de peatones separados y han sido sustituidos por el nuevo. Sin embargo, se han mantenido los semáforos del tramo que permanecerán en ámbar a partir de ahora. "Hemos dado a entender que los peatones tienen preferencia de paso en esa zona", señala la alcaldesa de la localidad, Marta Trenzano, que gobierna en coalición con IU y un concejal no adscrito. También añade que la fluidez del tráfico mejorará porque los coches no tendrán que detenerse excepto cuando crucen peatones.
La adaptación ha tenido un coste de 12.000 euros e incluye una nueva zona de cruce para las personas con movilidad reducida.
La idea del paso de cebra fue planteada por el concejal de Seguridad Ciudadana y la compartió con la Policía Local. La alcaldesa reconoce que los agentes "se sorprendieron", dijeron que si no funciona, la medida "se puede rectificar".
Por su parte, el portavoz del PP en el Consistorio, José Javier Sanchís, ha criticado la medida porque cree que el hecho que los semáforos estén en ámbar "causa confusión a los conductores" porque tienen que estar pendientes de "todos los pasos de cebra de todos los cruces". Asimismo, le parece una medida tomada "para que se hable de ella" y no por su efectividad.