Opinión

Los números hablan

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El compromiso del Gobierno de España con las Comunidades Autónomas de que contaríamos con un nuevo modelo de financiación autonómica en 2018, anunciado en la Conferencia de Presidentes, se ha desvanecido, y solo a Mariano Rajoy y al Gobierno del Partido Popular le es imputable este incumplimiento, lo que significa que no contaremos con los recursos suficientes para llevar a cabo nuestras competencias.

Hace unos días, Montoro, confirmó a la Unión Europea que el presupuesto en gasto Sanitario y en Educación caería a mínimos históricos o, lo que es lo mismo, anunció que las desigualdades seguirán creciendo en nuestro País. Si a ello sumamos las subidas de luz, gas, carburante, telefonía e IBI, tenemos claro dónde nos lleva este gobierno.Se preguntarán qué relación tiene lo expuesto con los recién estrenados presupuestos de la Generalitat Valenciana para el 2018, y sí, sí tiene que ver.

Las ideas son siempre intangibles, sin embargo, los presupuestos son, inequívocamente, la parte práctica del compromiso adquirido por el Gobierno de la Generalitat Valenciana, con la sociedad a la que representa, y aquí ya podemos ver las diferencias con los presupuestos del Gobierno de España, pendientes todavía de aprobar.

Los números siempre son fríos, pero lo números hablan y detrás de ellos están las políticas que se van a poner en marcha y los destinatarios de las mismas. La Generalitat Valenciana tiene claras las prioridades y los objetivos. Por encima de todo tenemos que perseguir el bien común, y para ello debemos de deshacernos de esta crisis que nos ahoga, y que el Gobierno de España se empeña en que paguemos todos por igual.

Sin entrar en un exhaustivo análisis de los presupuestos de la Generalitat para el año 2018, es justo reconocer que ha crecido la protección de derechos básicos, y el fin no es otro, que blindarlos, pasando al primer plano la protección social de las personas, la igualdad de oportunidades y la justicia tributaria.

La nueva renta de inclusión social, como instrumento contra la pobreza, incluida la pobreza energética y la pobreza infantil, es una prueba irrefutable de que este gobierno está con las personas más vulnerables; las ayudas para luchar contra la pobreza farmacológica también abren su paraguas para incluir a nuevos colectivos que padecen la crisis.El aumento del bono infantil en las matriculas de 0-3 años y el incremento del número de becas Universitarias que crecen un 35,7%, define las prioridades del Gobierno del Botànic.

El impulso del Plan RENHATA para obras de rehabilitación interior de vivienda y accesibilidad, aumentan un 50% y crece el presupuesto para el año 2.018 destinado a la ampliación del Parque público de vivienda.La mejora y dignificación de los centros escolares, destinando 200 millones para el plan Edificant, una de las principales apuestas de l’Acord del Botànic.

El paraguas de la protección se amplía para cubrir a un mayor número de ciudadanos, porque por encima de todo está recuperar lo que hemos perdido en esta crisis.

Mientras escribo este artículo, Montoro nos anuncia un recorte de 353 millones. Es imposible que la comunidad Valenciana pueda converger con España y con Europa si sigue castigada financieramente.

Los números hablan.

Ana Barceló ChicoSíndica Adjunta del Grupo Socialista

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