Los estudiantes de 1º del Grado Medio de Sistemas Microinformáticos y Redes del Centro Integrado de Formación Profesional de Mislata han finalizado estos días un taller formativo curioso y muy gratificante. Durante varias semanas, los chicos y chicas que se forman como informáticos han puesto en práctica todos los conocimientos adquiridos durante el curso trabajando para clientes de carne y hueso, las personas mayores de Mislata.
Se trata de una colaboración entre el centro formativo y la asociación Mayores Voluntarios, que imparte un taller de informática en el Hogar del Quint, a través de la cual los jóvenes estudiantes han reparado ordenadores, han resuelto dudas y han aprendido a tratar con clientes, como si trabajaran en cualquier empresa de servicios informáticos. Los estudiantes han trabajado por grupos con una dedicación de seis horas semanales, resolviendo casos prácticos y reales.
A través de este taller, que ha estado coordinado por los profesores del Centro de Formación Profesional, los estudiantes visitaron el Hogar del Quint para participar en una clase intergeneracional donde los alumnos del taller de informática para mayores pudieron preguntar a los jóvenes todo tipo de dudas. Además, enviaron al instituto algunos ordenadores dañados que los estudiantes se encargaron de reparar.
La semana pasada unos y otros se citaron en el salón de actos del Centro Integrado de Formación Profesional para hacer balance de los resultados de este singular proyecto, del que todos resultaron muy satisfechos. La experiencia ha servido a los jóvenes para familiarizarse con los procesos habituales de un taller de informática y para mejorar las habilidades sociales y comunicativas con el cliente. Por su parte, los mayores de Mislata opinan que ha sido una experiencia breve pero enriquecedora y esperan el año que viene volver a colaborar con el instituto.