Los nombres franquistas ya se empiezan a eliminar de las calles de València

Durant el passat cap de setmana, ja es van començar a canviar alguns rètols a la ciutat, i pròximament s'utilitzaran únicament les noves denominacions.

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En septiembre de 2017, València cambió los nombres a 51 calles, plazas y avenidas de la ciudad con objetivo de eliminar todas las denominaciones relacionadas con el franquismo y cumplir, más de 10 años tarde, con la Ley de Memoria Histórica. Por entonces, se decidió establecer un periodo de convivencia entre la nueva denominación y la antigua, para evitar confusiones y facilitar la adaptación del vecindario y los comercios. A raíz de esto, el Ayuntamiento también decidió modernizar el diseño de las placas, haciéndolas más legibles y aportando información sobre el nombre de la calle, en las que sea necesario.

Ya ha pasado más de un año, el tiempo de adaptación previsto hasta el cambio definitivo, y ya se empiezan a ver en las calles las nuevas placas. La denominación antigua dejó de ser la oficial a partir del pasado 31 de diciembre del 2018.

El proceso de convivencia entre la denominación antigua y la nueva, ya ha finalizado

El proceso de selección de las calles que necesitaban el cambio se inició con un informe encargado al Aula de Historia y Memoria Democràtica de la Universitat de València, que analizó y seleccionó entre los expedientes aprobados entre 1939 y 1979, aquellas calles, plazas o avenidas que estuvieran dedicadas a personalidades franquistas. El listado completo de los cambios se hizo público en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana en mayo del 2017, y se puede consultar aquí.

Con este cambio, se podrá leer en los carteles el nombre de la calle con la tipografía corporativa de la marca de Ayuntamiento, más grande y legible; además de añadir el nombre del barrio en que se encuentran, y una leyenda explicativa sobre el nombre, como el cargo de la persona que nombra la calle. Por ahora, no está previsto sustituir los carteles en calles que no cambian de nombre, a menos que se encuentren en mal estado.

Los cambios, con 12 años de retraso

Pero este cambio ha surgido de la necesidad de legalizar los nombres de algunas calles que, hasta hace apenas un año, seguían haciendo referencia a la dictadura franquista. Hasta la presente legislatura no se había propuesto su modificación, incumpliendo así con la ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007 por el gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero.

Uno de los cambios más importantes es el de la calle Baró de Càrcer, que ya denomina Avenida de L’Oest. También ha cambiado la Avenida General Urrutia, ahora Amado Granell Mesado (militar); la calle General Barroso cambia a Jerónima Galés o incluso la calle Comandant Franco, a calle Castelló de Albufera. Así un total de 51 cambios que la ciudadanía pronto podrá observar en sus calles.

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