El Valencia padece nuevamente y el Málaga le empata en el último minuto

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El equipo che llegaba a este partido con dos bajas importantes. Enzo Pérez y Nani son juntos el motor del mediocampo y la delantera de este Valencia cuando se trata de conducir la pelota a la portería contraria en busca del gol.

Como compensación el equipo valencianista salió con Munir El-Haddadi en la titularidad, algo que el joven reclamaba hace varios partidos. Junto a Medrán, en la suma y la resta Prandelli prefirió apelar a la juventud en consideración de las ausencias.

La intensidad fue la protagonista al principio del partido; el primer gol fue obra de Fornals, que recibió el balón a la entrada del área grande y la empalmó para vencer a Alves. Solo pasaron tres minutos para que Rodrigo, que llevaba bastantes partidos en la discreción, empatara el partido tras recibir un tiro de falta de Parejo.

Desde ese momento el Valencia se subió a esa intensidad del duelo y la hizo suya. Abdennour defendía muy bien e incluso hacía lujos, mientras Garay y Mangala se turnaban para cumplir sus funciones cada vez que se acercaban los andaluces con peligro.

El responsable de la gesta del segundo gol, a los 34 minutos, tiene como nombre Dani Parejo. El capitán de los blanquinegros arrancó por la banda derecha, centró hacia adentro y la dejó servida a Medrán, que con un justo disparo consiguió el 2-1. Los jugadores se marcharon al vestuario por primera vez en mucho tiempo con el marcador a su favor.

El Valencia salió al segundo tiempo con la obligación de mantener los números inmóviles, mientras que el Málaga intentó encerrarlos en su propia área para bloquear sus llegadas. El entrenador reaccionó con la inclusión de Gayà por Siqueira, que no tuvo un buen primer tiempo y no mostraba señales de reivindicarse.

Juande Ramos decidió ingresar a Duda para conseguir ataques y empatar el partido. Sin embargo, ninguno de estos cambios produjo una diferencia sustancial en un choque que se estancó en la ansiedad de los dos equipos. Así, entró Fede Cartabia al campo para que saliera Parejo, uno que hace mucho no salía sustituido.

Cuando quedaban quince minutos los porteros de ambos equipos no sufrían peligros evidentes, de manera que la dinámica de faltas y pausas por parte del arbitro Iglesias Villanueva conducía el partido siempre al centro del campo.

Al final, el Málaga retó al equipo del Túria a despejar una y otra vez el balón de su área con más córners consecutivos de los que podía soportar… y sufrir. De manera que los sufrió y no pudo con el asedio hasta el último minuto, porque Fornals la tomó y provocó un inverosímil 2-2.

Además de que el Valencia no llegó ni una sola vez, la defensa no logró mantener los últimos minutos con psicología y falló nuevamente más allá de la satisfacción trunca de Prandelli. A punto de ser un partido que podría haberse ganado, fue uno que se empató.

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