La Comunitat Valenciana se prepara para vivir un verano tórrido con temperaturas más altas de lo normal. Así, de acuerdo con las predicciones de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), Valencia se prepara para vivir un verano con calor extremo, aunque puede haber algún episodio de tormentas. Eso sí, no serán muy recurrentes y el territorio valenciano volverá a experimentar noches tropicales y temperaturas más elevadas de lo normal.
Si bien es cierto que las predicciones a largo plazo no son “fidedignas”, explica José Ángel Núñez, jefe de climatología, “existe un 70 % de probabilidades de que este verano sea más cálido de lo normal y que nuevamente se pueda estar en valores similares a los de los dos últimos años. Eso sí, con algunas diferencias.
Y es que si el verano de 2022 se caracterizó por una sucesión de días muy cálidos sin altibajos; el de 2023 batió récord de temperaturas y se vivieron 28 noches tórridas en las que se superaron los 25 grados, “lo que supuso que muchas personas tuvieran dificultades para descansar”.
Por el momento, en lo que llevamos de verano climatológico – que comienza en junio – “se está comportando bastante bien”, alternando los días frescos con temperaturas de 3 y 4 grados por debajo de lo normal, con otros más cálidos. No obstante, ya se han registrado siete noches tropicales. La diferencia es que se han adelantado un mes: si hace 70 años las noches tropicales comenzaban a registrarse a principios de julio, ahora se dan ya a principio de junio.
No obstante, desde la AEMET aseguran que lo que pase este verano en la Comunitat Valenciana dependerá de la temperatura del agua del mar, ya que al acumular el calor, se generan noches extremadamente cálidas, sin brisa y con mucha humedad.
La Comunitat Valenciana despide la cuarta primavera más cálida desde que hay registros, con 1,2ºC superior a la media y en la que se han registrado ocho días con un récord de temperaturas, que dará paso a un verano que volverá a ser más caluroso de lo normal, aunque aún no es posible saber tanto como los dos últimos, y con pocas lluvias, que de registrarse serán en forma de tormentas puntuales.
De hecho, como han apuntado el delegado de Aemet en la Comunitat Valenciana, Jorge Tamayo, junto al jefe de Climatología, José Ángel Núñez, ha sido también la segunda más seca del siglo tras la de 2014 ya que llovió un 58% menos de lo normal. De este modo, sigue siendo el inicio de año hidrológico más seco desde 1950 a pesar de las lluvias de junio aunque ya en valores próximos al segundo más seco, que fue el mismo periodo del año hidrológico 2013-2014.
Por su parte, la precipitación acumulada ha sido 61,1 l/m2, un 58% menos de lo normal. Las lluvias más importantes se produjeron a final de marzo, coincidiendo con la Semana Santa provocadas por el paso de frentes de poniente asociados a la borrasca Nelson, y en general fueron débiles y dispersas, salvo en el interior norte de Valencia, donde fueron más generalizadas; y las tormentas que se produjeron en mayo en el interior y norte de la provincia de Castellón.
Fuera del trimestre primaveral, con las lluvias de la primera quincena del mes, junio ya tiene un carácter "muy húmedo" y, con un acumulado de 40,1 l/m2, presenta provisionalmente un superávit del 58%. Sin embargo, a pesar de estas lluvias sigue siendo el inicio del año hidrológico más seco desde al menos 1950.
Por tanto, explican que la tendencia se mantiene hacia "un clima de extremos", de muy seco a muy húmedo, a causa del cambio climático y las temperaturas seguirán subiendo. De este modo, aunque las precipitaciones globalmente pueden ser lo mismo se distribuyen de forma menos eficiente al pasar de largos periodos secos a lluvias torrenciales y no se prevé una estabilización antes de 2040 o 2050.