El Equipo de Gobierno ha decidido dedicar un montante de 32 millones de euros a amortización de la deuda municipal. Se trata de prácticamente todo el Remanente Líquido de Tesorería (superávit municipal) que todavía no estaba adjudicado, tal como ha anunciado este miércoles el alcalde, Joan Ribó, quien ha explicado que la iniciativa, que hoy ha tratado la Comisión de Hacienda, se debatirá al Pleno municipal del mes de julio, que se celebra la semana que viene.
«Después de ver cómo estaba evolucionando el tema del uso de los remanentes y superávit municipal por parte del Ministerio de Hacienda, optamos por dedicar todo el remanente que no estaba adjudicado directamente a pagar deuda», ha explicado el alcalde, quien ha subrayado que se trata de una de las últimas medidas que trabajaron de manera conjunta con el regidor de Hacienda, Ramón Vilar, recientemente fallecido.
«Lo hacemos así desde el convencimiento que lo adecuado no es mantener el dinero aquí, y no estamos dispuestos a aceptar el planteamiento que hace la ministra Montero», ha argumentado el alcalde, quien ha añadido que, además, «si reducimos la deuda ahora, conseguimos paralelamente aumentar nuestra capacidad de endeudamiento de cara a los Presupuestos del año que viene». Después de la aprobación de la iniciativa por el Pleno, el remanente quedará prácticamente agotado.
El alcalde ha destacado la buena gestión del Gobierno Municipal en materia económica, que ha permitido reducir la deuda global del Consistorio en más de un 60 por ciento. A comienzos de 2015 la deuda municipal se situaba en 784’7 millones de euros, de forma que se superaba porcentualmente el valor del presupuesto del Ayuntamiento hasta un 105%. Ahora, con esta nueva amortización, la deuda municipal se situará en 297 millones de euros, la cifra más baja desde 1997. De esta manera, "la solvencia del Ayuntamiento está garantizada, ante la situación de contingencia y crisis derivada de la pandemia", como ha señalado Joan Ribó.