El Centro Mundial de València para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS) ya es toda una realidad. Después de convertirse en la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible en 2017, la capital del Turia comienza una nueva etapa a través de este espacio que se encargará de dar “impulso y difusión a todas las iniciativas relacionadas con las buenas prácticas alimentarias en zonas urbanas”, tal y como ha destacado el Alcalde de València, Joan Ribó.
Situado en el edificio La Base en la Marina, el CEMAS tiene como objetivo ser un referente internacional en todos los aspectos relacionados con la alimentación en los núcleos urbanos, ya que, según el edil, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está preocupada porque “la mitad de la población mundial reside en las ciudades en la actualidad y esto conlleva que el 80% de los alimentos que se producen en el mundo se consumen en las ciudades”. Un dato al que se suma otro de gravedad, como es que “mientras 850 millones de habitantes pasan hambre, más de 600 sufren obesidad”.
Además, según un artículo de El País que cita información de The Lancet, una mala alimentación causa la muerte de 11 millones de personas en el mundo al año, una cantidad superior a las que ocurren por el tabaco, el cáncer, los infartos o la obesidad. El exceso de sal y la falta de cereales y fruta son algunas de las conductas que repercuten negativamente en la salud según este estudio. Pero aunque España es la tercera con menor número de fallecimientos en este caso, los datos dejan en evidencia que cada vez es más importante intercambiar experiencias y promover cambios en los hábitos, sobre todo en los entornos urbanos.
Ajuntament de València
Ante esta situación, peligran los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que tal y como indica la ONU, “son un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad”. En concreto, los 17 objetivos son el fin de la pobreza; hambre cero; salud y bienestar; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumo responsables; acción por el clima; protección de la vida submarina y de ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas y crear alianzas para lograr estos objetivos.
El crecimiento urbano acelerado y muchas veces desordenado, así como los datos, provoca que cada vez sea más importante la implicación de las ciudades para que los ODS se cumplan. Por ello, el CEMAS tendrá dos líneas de actuación. Por un lado, se centrará en la captación, recopilación, catalogación e impulso de actividades que pongan en marcha sistemas alimentarios locales en todo el mundo; y por otro, organizará actividades sobre alimentación sostenible, lucha contra el hambre o cambio climático, principalmente, tanto con una vertiente internacional como con una más local y regional. De esta manera, se podrán poner en común ideas, políticas y acciones que puedan beneficiar o enriquecer sistemas de todo el mundo en un mismo espacio, según el consistorio.
Así, el CEMAS funcionará de forma permanente y ya cuenta con personal del Ayuntamiento de València más el apoyo técnico de la FAO, ya que se trata de una iniciativa conjunta entre el consistorio y la entidad internacional. València puede presumir, por tanto, de ser una de las ciudades con mayor reconocimiento en su esfuerzo por cuidar la salid y conseguir cambios alimenticios en la sociedad.
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