La aventura de esta startup valenciana comenzó a hacerse fuerte allá por 2015, la empresa nació en 2013, cuando fueron una de los tres proyectos que ganaron en el Certamen Nacional de Jóvenes Emprendedores, con el premio obtuvieron 25.000€ para el proyecto. Sin embargo, previamente habían presentado su fonendoscopio electrónico inteligente en MEDICA (Dusseldorf) un par de meses antes del certamen. En la feria lograron un gran número de pedidos por lo que el dispositivo tenía previsto salir al mercado a principios de 2016. eKuore es una firma valenciana dedicada al desarrollo de tecnología médica "mHealth" y entre ellos desarrollaron el primer fonendoscopio que conecta tu corazón con las nuevas tecnologías móviles. Sin embargo, no sólo lo aplican a los humanos sino que los primeros en disfrutar de este revolucionario instrumento fueron los veterinarios con el eKuore Vet. Este instrumento permite el control y monitorización del paciente rápidamente y de una forma sencilla, además de tener un bajo coste, pues permite aumentar hasta 20 veces el sonido del corazón y registrar los datos del paciente en un app. Los datos pueden ser guardados y compartidos con el fin de obtener segundas opiniones.
Este inicial proyecto gustó y mucho pues no sólo ganó el Certamen Nacional sino que logró el respaldo de la Unión Europea al ser una de las ganadoras del Programa Horizonte 2020, en el apartado “Investigación clínica para la validación de biomarcadores y dispositivos médicos de diagnóstico”. El eKoure Pro está llamado a revolucionar el mundo de la auscultación pues el fonendoscopio es un instrumento de lo más cotidiano, quién no ha visto a un médico con él colgando de su cuello, y cotidiano, además de uso continuado en diagnóstico. Sin embargo, este instrumento apenas ha tenido evolución en cuestión de diseño y funcionamiento en las últimas décadas. Por este motivo, se ideó eKuore conectándolo con un receptor (tableta, teléfono móvil, equipo de audio...) permitiendo así la grabación, la edición y el poder compartirla con otros compañeros de profesión.
La empresa valenciana nació en 2013 y la idea inicial se aplicó primeramente en el mundo de la veterinaria con el fin de testar el producto y lograr reducir los tiempos necesarios para la obtención de los permisos de comercialización, que finalmente lograron en junio de 2016 tras un año de tramitaciones y duro trabajo. Con un enfoque global, este producto valenciano ya ha sido vendido en casi una veintena de países y seguro que dentro de poco el médico de cabecera que nos atienda ya no tenga un fonendoscopio con cable sino uno conectado con su ordenador en el que guarde el estado de nuestro corazón junto a la historia médica. Un gran adelanto para el control de los pacientes.