La medida estrella por excelencia en esta pandemia es el uso obligatorio de la mascarilla en prácticamente todos los espacios, tanto públicos como privados, por su eficacia a la hora de protegernos ante la Covid-19. El pasado 10 de febrero, el Centers for Disease Control and Prevention (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos lanzó un estudio que demuestra la importancia de llevar no una, sino dos mascarillas de forma simultánea (una de tela sobre una quirúrgica bien ajustada), ya que puede aumentar significativamente la protección contra la Covid-19.
Está demostrado que el uso de mascarillas reduce los aerosoles y gotas que exhalan las personas infectadas y reducen la exposición a estas partículas a personas sanas. Sin embargo, como demuestran estudios recientes, se puede mejorar la efectividad de las mascarillas de tela y quirúrgicas si nos la ponemos a la vez, siempre y cuando estén bien colocadas y se ajusten al contorno facial.
Si bien este era uno de los objetivos del estudio, demostrar que llevando una mascarilla de tela por encima de una quirúrgica se aumenta la protección, otro de los objetivos está relacionado con la forma de ponerse la mascarilla correctamente. Consiste en hacer un nudo en las tiras de la mascarilla quirúrgica y plegar el material que sobra hacia dentro, de forma que evite que se escape aire por los lados.
Para llegar a estas conclusiones se realizaron dos experimentos. El primero de ellos hace referencia a como de eficiente es la combinación de las mascarillas a la hora de reducir la cantidad de partículas emitidas mientras se tose. El segundo, consistía en simular en un período de respiración, lo efectivas que son la doble mascarilla y la mascarilla bien sujeta en reducir la exposición a los aerosoles.
Los resultados, según muestra el estudio, exponen que el uso de la mascarilla quirúrgica sin ajustar solo bloquea el 42% de las partículas, mientras que la de tela un 44,3%. Sin embargo, la doble mascarilla llega a una protección del 92,5%. En cuanto al segundo experimento, la doble mascarilla reduce un 82% la exposición a los aerosoles, mientras que la mascarilla sujeta lo reduce en un 62,9%.
Estos resultados cambian en el caso de cuando es la persona sana la que lleva una de estas dos soluciones (doble mascarilla o mascarilla ajustada) y la persona infectada no lleva mascarilla. La reducción aumenta al 83% y al 64,5% respectivamente. En caso de ir ambas personas con una de estas soluciones, la reducción llegaría al 95%, es decir, una menor exposición muy reducida.
La conclusión, por tanto, del proyecto es la vital importancia de colocarse la mascarilla bien ajustada o la doble mascarilla cada vez que salimos a un lugar público o nos relacionamos con algún no conviviente. "Que la mascarilla esté bien ajustada con tal de aumentar su efectividad como barrera contra la Covid-19. Hasta que se logre la inmunidad de la población inducida por la vacunación, el enmascaramiento universal es un medio muy eficaz para frenar la propagación del SARS-CoV-2", afirma el estudio.