La ciudad de València aumenta su oferta de vivienda de alquiler gracias a la apertura de tres nuevos edificios por parte de STAY by Kronos, la plataforma de 'build to rent' (BTR) integrada por las compañías Nuveen Real Estate y Kronos Real Estate Group. Se trata de tres bloques de pisos que cuentan con un total de 331 viviendas y están ubicados en la zona del Camino Hondo del Grao, en la continuación de la avenida de Francia y muy próximo al recinto de la Marina de València. El proceso de construcción de estos tres bloques se ha dividido en dos fases: en la primera se levantaron dos edificios con 174 habitáculos cuya ocupación es ya del 100 %; mientras que la segunda fase contempla la creación de un nuevo edificio que prevé estar finalizado a finales de este año.
Así, la alianza inmobiliaria de ambas empresas ha incrementado el parque valenciano de vivienda en medio de una emergencia habitacional en la que las existencias de este tipo de residenciales son cada vez menos en grandes ciudades como València. “Nuestro objetivo es facilitar el acceso de la ciudadanía a vivienda de obra nueva para alquilar y aumentar esa oferta para que el mercado no se tensione más de lo que ya está”, explicó Carlos Rodríguez-Bailón, director general de STAY by Kronos durante la visita a estas instalaciones.
Unas instalaciones que dejan atrás la concepción tradicional de vivienda y han sido creadas bajo un innovador concepto para ofrecer una nueva experiencia residencial a sus inquilinos que pone en el centro los servicios para “hacer la vida más fácil a las personas”, detalló el director general. "Desde STAY by Kronos damos respuesta con un concepto centrado en la calidad de vida, donde los inquilinos disfrutan de unas viviendas sostenibles, con un gran diseño y ubicación, así como con todo un ecosistema de servicios premium centrados en su salud y su bienestar”, añadió Rodríguez-Bailón.
Entre estos servicios, se encuentra una piscina con jardín y zonas de tumbonas, un gimnasio, aparcamiento con puntos de recarga para vehículos eléctricos; también espacios de ‘coworking’, salas para celebrar eventos (tanto comunitarios como privados) y una terraza con piscina donde bañarse con vistas a la ciudad de València. Unas instalaciones que los arrendatarios de los pisos pueden utilizar sin ningún coste adicional, ya que estos, junto con los gastos de suministros, se incluyen en el precio del alquiler de las viviendas cuyas tarifas oscilan entre los 850 euros y los 2000 euros, aunque el precio medio se sitúa entre los 1100 y 1200 euros.
Así, el alquiler mensual de una de las viviendas que ofrece STAY varía dependiendo de diversos factores como el tamaño de la vivienda, que oscilan entre los 51 y los 92 metros cuadrados; si esta tiene una o dos habitaciones y también si cuenta con terraza o plaza de aparcamiento contratada. Además, la empresa propietaria del edificio ofrece la posibilidad de alquilar las viviendas ya amueblas si el inquilino lo solicita. Los contratos de alquiler tienen una duración mínima de un año, de forma generalizada, y este puede ser prorrogado hasta un máximo de siete años.
Los inquilinos de STAY Valencia: de parejas a nómadas digitales
El modelo ofrecido por STAY ha aterrizado en València cosechando un gran éxito ya que, de acuerdo con las cifras proporcionadas por este operador inmobiliario, el 100 % de las viviendas de los dos edificios que ya están operativos han sido alquiladas y las que albergará el tercer edificio —que se encuentra actualmente en construcción y se abrirá en los próximos meses— ya han iniciado el proceso de comercialización y alcanzan un alto grado de ocupación prevista.
Pero, ¿cuál es el perfil de inquilino al que se dirige este nuevo tipo de viviendas de alquiler en las que todo está incluido? El director general de la compañía, Carlos Rodríguez-Bailón, concreta que se trata de un “perfil muy variado” aunque destacan “las parejas sin hijos o con un hijo máximo”. En cuanto a su procedencia, los datos reflejan que la mayoría de los alquilados son españoles (un 75 % del total), aunque también hay una fuerte presencia de inquilinos procedentes de otros países.
De hecho, los pisos ubicados de las primeras plantas de ambos edificios que ya están funcionando albergan viviendas de alquiler temporal, o también conocidas como de temporada, cuyos contratos se firman por una duración de entre tres y seis meses. Al respecto, Rodríguez-Bailón subraya que estas no son viviendas de alquiler turístico, sino que están concebidas como una alternativa habitacional para los llamados nómadas digitales (trabajadores en remoto que no tienen una residencia fija establecida) o personas que se desplazan durante largas temporadas por motivos laborales.
Un edificio sostenible y comprometido con el desarrollo del barrio
Además de tratar de asentar un nuevo concepto de residencia de alquiler en València, STAY by Kronos busca que cada uno de los proyectos constructivos que lleven su firma se alineen con objetivos de sostenibilidad y respeto al medio ambiente. Es por ello que en los tres edificios localizados en la capital valenciana se han instalado placas solares para generar energía limpia, un sistema eficiente de regeneración de agua, un gran aislamiento térmico de la fachada para reducir el consumo energético y tienen la máxima eficiencia energética doble A.
Una apuesta por la sostenibilidad que les ha hecho conseguir el nivel “Muy Bueno” del Certificado BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) que distingue aquellas construcciones avanzadas y sostenibles; y también el sello Fitwel, una título estadounidense que diferencia aquellos edificios diseñados siguiendo unas pautas para cuidar el bienestar de sus ocupantes y la comunidad.
Asimismo, Rodríguez-Bailón expuso durante la visita cómo STAY by Kronos busca tener un impacto positivo en el entorno que rodea a sus edificios: desde los convenios de colaboración con establecimientos de comercio local situados junto a estas edificaciones para que los inquilinos obtengan descuentos en estos; hasta la creación de un gran mural elaborado por el artista Felipe Pantone en una de las fachadas para dar la oportunidad de observar “una obra de arte a toda aquella persona que pase cerca del edificio”, concluyó el director.