La Comunitat Valenciana se encuentra en un momento clave para su futuro. A la llegada de la gigafactoría de baterías de Volkswagen y a las negociaciones para instalar una planta de Tesla, se le ha unido recientemente el interés de la multinacional Toyota. Una inversión extranjera que el actual gobierno de la Generalitat lleva meses trabajando y que pretende dar continuidad el futuro ejecutivo autonómico.
Tal y como se ha referido el president en funciones, Ximo Puig, en numerosas ocasiones, desde el Consell se están manteniendo conversaciones "al más alto nivel" con, al menos, diez multinacionales de "sectores avanzados" que estudian instalarse en la Comunitat Valenciana. En conjunto, se trataría de una inversión potencial superior a los 24.000 millones de euros, generando un impacto laboral total que rondaría 43.000 empleos directos.
La actual situación política de la Comunitat Valenciana podría suponer un escollo para que fructificaran estas negociaciones. Por ello, tanto Puig como el próximo president, Carlos Mazón, se han visto las caras por primera vez tras las elecciones del 28 de mayo, con la finalidad de dar certidumbre y tranquilidad a estas empresas y evitar que este periodo transitorio de la formación de gobierno sea un inconveniente para la inversión extranjera.
El encuentro se celebró ayer en el Palau de la Generalitat y transcurrió, tal y como han asegurado desde el propio gobierno, “dentro de la más absoluta cordialidad y cortesía institucional antes del traspaso de poderes”.
Tesla y Toyota
Las conversaciones se mantienen con empresas internacionales dedicadas al desarrollo de microprocesadores, el hidrógeno verde, las energías renovables, las baterías eléctricas, la producción de componentes, los vehículos eléctricos y el 'big data'.
En estos días, ha trascendido que Tesla es una de las multinacionales que negocia con la Generalitat, junto con otros países europeos como Francia o Italia, para desarrollar un proyecto en el área metropolitana de València que supondría una inversión económica que rondaría los 4.500 millones de euros.
Este martes, el Levante-EMV avanzaba que Toyota se habría interesado por las condiciones que ofrece la Comunitat Valenciana para instalar la planta de baterías para vehículos eléctricos que tiene previsto abrir en Europa en 2026.