Que todos los edificios de la Comunitat Valenciana, tanto públicos como privados, tengan una instalación solar en 2030. Este es el principal objetivo del Plan para el Desarrollo de la Industria Solar que presentó ayer el president de la Generalitat, Ximo Puig, durante el Debate de Política General.
Así, desde el Consell se trabaja en acelerar al máximo la transición energética marcando una hoja de ruta alineada “con el cambio de modelo que está liderando Europa” exigiendo corresponsabilidad fiscal a las energéticas y acelerando el paso a las renovables con inversión y cambios normativos.
“La Comunitat Valenciana debe acometer con contundencia esta transición energética. Nos obliga la emergencia climática y, de manera urgente, la guerra. Teníamos que acelerar, es un hecho innegable, y lo asumimos. No hay credibilidad sin autocrítica y aquí no hemos sido tan rápidos como deberíamos”, considera Puig.
Acelerar la transición energética
Para acelerar la transición energética, la Generalitat pedirá al Gobierno de España que declare “de interés público superior los proyectos de renovables, su conexión a la red, la propia red y sus activos” para favorecer que los grandes proyectos de energías renovables puedan ser autorizados en un año, como plantea la reforma inminente de la Directiva Europea.
Para incentivar las inversiones, la Comunitat Valenciana se adherirá a la Iniciativa Europea de Techos Solares y, para ello, desarrollará el Plan Valenciano para el Desarrollo de la Industria Solar, que se pilotará desde la colaboración publico-privada. Asimismo, se presentarán los proyectos de instalación de renovables a los programas Repower, Invest y Horizonte Europa.
Después de haber aprobado un decreto de agilización, la Generalitat y el Estado tramita ya 452 proyectos para instalar renovables en el territorio valenciano. “Queremos alcanzar la autonomía energética antes de 2030. Pasaremos de generar el 70% de la demanda, como ocurre ahora, a tener un excedente del 13%”, avanzaba el president.
Finalmente, la Generalitat mejorará la eficiencia energética en la Administración con la creación de la figura del delegado de ahorro energético en todos los departamentos de la Administración y las empresas públicas para garantizar desde el control de la temperatura a los horarios de apagado y encendido de la luz.