En pleno debate sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones, los datos que ofrece el Gobierno de España revelan una gran desigualdad entre las distintas comunidades autónomas. Las pensiones más altas se encuentran en el País Vasco, con más de 1.300 euros de pensión media de jubilación, mientras que Extremadura es el territorio con las más bajas (888 euros). La Comunitat Valenciana, por su parte, es la quinta con peores pensiones de España, con una prestación media de 983 euros.
La brecha entre las autonomías con mejores pensiones y las que perciben pensiones más bajas se calcula en 450 euros aproximadamente. Justo por detrás del País Vasco se encuentran Asturias (1.309 euros), Madrid (1.270) y Navarra (1.221). Las que menos reciben, por encima de Extremadura, son Galicia (897), Murcia (951) y Andalucía (971). Y a continuación, la Comunitat Valenciana, que se encuentra casi 100 euros por debajo de la media estatal, cifrada en 1.077 euros.
La preocupación por las pensiones ha alcanzado cotas nunca vistas en los últimos 30 años. En mayo de 1985, los encuestados que creían que las pensiones era uno de los principales problemas de España representaban más del 11% del total. Y en febrero de 2018, según datos del Barómetro del CIS, este dato repuntó tres puntos respecto a la última encuesta y alcanzó el 8%, aunque el estudio se realizó entre el 1 y el 14 de febrero, días antes de las masivas manifestaciones de pensionistas por todo el país.
Y es que la gestión del sistema de prestación por jubilación nunca ha sido de los mejores valorados en España. De todos los estudios, solo en 1995 más del 50% de los encuestados afirmaron estar bastante o muy satisfechos con él. Pero fue a partir del estallido de la crisis económica cuando el descontento empezó a hacerse de notar. En 2014, casi 6 de cada 10 estaban poco o nada satisfechos con la gestión de las pensiones. En 2017 se relajó, pero aun así el 57% seguían pensando igual.