“En banca, se puede compatibilizar el beneficio económico con el beneficio social”. Así de contundente se ha mostrado Joan Ramón Sanchis, Catedrático de Economía del Bien Común de la Universidad de Valencia, y coordinador de la “Guía de Finanzas Éticas, Cooperativas y Locales de la Comunidad Valenciana” que, junto a Vanessa Campos y Cristina Navarro, han desarrollado con el objetivo de informar a la ciudadanía de la importancia de apostar por las entidades financieras éticas y por el consumo financiero responsable.
Esta guía, que ha sido patrocinada por la Conselleria de Transparencia, Responsabilidad social, Participación y Cooperación de la Generalitat Valenciana, muestra una relación de cajas de ahorros, cooperativas de servicios financieros o bancos éticos que “aunque se rigen por la misma normativa que los grandes bancos, trabajan con criterios éticos, y no actuando con malas prácticas”.
"En la actualidad, hay seis grandes bancos que controlan casi el 90% del depósito financiero español"
En este sentido, Joan Ramón Sanchis explica, a València Extra, que “es importante que la sociedad sea consciente de que existen alternativas a la banca convencional, que nos llevó a la crisis. En la actualidad, hay seis grandes bancos que controlan casi el 90% del depósito financiero español, pero la ciudadanía tiene que saber que existe otro tipo de banca. Sí, son una minoría porque, entre todas las entidades solo representan el 10% en la Comunidad Valenciana, pero ahí están. Es cierto que, con la crisis, la sociedad ha buscado alternativas y está más concienciada, pero aún queda un trabajo importante para que se conozcan y aumenten su número”.
Pero, ¿Cuáles son los criterios éticos que deberían seguir estas entidades financieras? “Los dos criterios fundamentales es que realicen inversiones socialmente responsables, es decir, que inviertan en proyectos con una vertiente social o medioambiental, y que sean transparentes, que la ciudadanía tenga acceso para conocer en qué tipo de proyectos y en qué empresas están invirtiendo”
“También se incluirían dentro de estos criterios éticos, aunque hay muchos que no los cumplen, la democracia participativa y los salarios éticos, que consiste en que no exista una gran diferencia entre los salarios de los trabajadores. Por ponerte un ejemplo, mientras la diferencia en los bancos convencionales es de 1:200, en otros bancos, como Caixa Popular, la diferencia es de 1 a 3”.
Solidaridad, sostenibilidad, justicia social, transparencia… Las finanzas éticas y sociales incluyen un conjunto de valores y principios que son fundamentales para que los grandes proyectos sociales y medioambientales que mejoran la calidad de vida de la sociedad puedan salir adelante.
De esta manera, en la “Guía de Finanzas Éticas, Cooperativas y Locales de la Comunidad Valenciana” viene recogidas un listado de entidades que se rigen por estos principios y que se han incorporado en base a los siguientes criterios: entidades bancarias con criterios éticos; entidades bancarias que sean cooperativas de crédito, como Caixa Rural; entidades que se dedican a las finanzas éticas y sociales, pero que no están reconocidas como título de crédito, como Monedas Sociales o Bancs del Temps; y, finalmente, que fuera una banca de proximidad, vinculada a la productividad y no a la especulación, como Caixa Ontinyent que fomenta la industria y los servicios de la comarca. “La banca no nació para especular”.
"Se ha dado a entender que se trata de bancos no seguros, pero es todo lo contrario"
Y con todas estas alternativas que tenemos a nuestra disposición, la pregunta es: ¿Por qué seguimos yendo a los bancos convencionales? Joan Ramón Sanchis lo tiene claro: “Por dos cuestiones clave. Por un lado, el desconocimiento y, por otro, la mala propaganda que se les ha hecho dando a entender que se trata de entidades bancarias no seguras. Pero, lo cierto es todo lo contrario. Se trata de bancos que funcionan con la misma normativa que el resto de bancos, que no generan pérdidas, sino beneficios y que, además, demuestran que el beneficio económico no está reñido con el beneficio social”.