Caixa Popular se ha marcado como objetivo para este 2020 ganar alrededor de 16,5 millones de euros, un 15% más que el año pasado, que cerró con unos beneficios de 14 millones de euros, un 16% más que en 2018.
Así lo ha avanzado el director general de Caixa Popular, Rosendo Ortí, en un desayuno informativo en el que ha desvelado las principales líneas del plan estratégico de la entidad financiera 2020-2022, un período en el que espera reforzar su ratio de solvencia hasta situarse por encima del 15%. Actualmente se sitúa en 14,25.
Otro de los objetivos es aumentar la rentabilidad a través de la mejora de ingresos, por ejemplo con las aportaciones procedentes de empresas. De hecho, Caixa Popular ha arrancado el año con la incorporación de 52 nuevas empresas, que suman ya un total de 62 y representan el 6% de su capital, con 6 millones de euros.
La entrada de nuevas empresas en el capital es una de las estrategias a seguir este año, aunque "el ADN cooperativo nunca se puede perder", ha asegurado Ortí. Por este motivo, el 'tope' de lo que pueden aportar es las compañías son 250.000 euros y la participación empresarial no podrá pasar del 15% del capital.
No obstante, "se está estudiando" la posibilidad de hacer una excepción con una "empresa peculiar" que ha planteado entrar con una propuesta de 3 millones de euros, ha desvelado el director general de Caixa Popular.
Y es que según ha resaltado, "cada vez más empresas quieren formar parte" del capital de Caixa Popular, pero si la entidad creciera mucho "paralizaría su crecimiento" porque su voluntad no es ser muy grande sino "ser sostenible a largo plazo, dar pasos prudentes y bien gestionados", ha puntualizado Ortí, quien ha descartado también fusiones con otras entidades: "Nosotros creemos en otro modelo", ha remarcado.
En cuanto a los 'activos dañados', Ortí ha admitido que el 2019 se ha cerrado con una tasa "todavía alta" del 10,92% pero su intención es seguir reduciéndolos con una "gestión lenta e individualizada" de cada caso, en lugar de hacer ventas con grandes descuentos a fondos buitre, como según ha dicho hacen los grandes bancos. Así, en el último ejercicio ha recuperado 1,3 millones de euros de los 8 que tiene en cartera.
Respecto a sus planes de expansión, Caixa Popular --que cuenta con 75 oficinas y más de 200.000 clientes-- ha arrancado el año con la apertura de dos nuevas oficinas, una en la calle Amadeo de Saboya de València y otra en L'Eliana, y aunque no tiene previsto abrir más este año, su filosofía es seguir abriendo "en cuantas más poblaciones mejor" para "estar cerca de la gente".
También estudia abrir alguna 'megaoficina' como están haciendo los grandes bancos, de entre 400-500 metro cuadrados, mientras en pequeñas localidades, de la llamada 'España vaciada', donde no es rentable abrir oficina, buscará acuerdos con Ayuntamientos para dar servicio a la población a través de cajeros automáticos y la posibilidad de pasarse físicamente uno o dos días a la semana.
En todo caso, Ortí ha defendido un "modelo mixto" de oficina que combine un "canal digital moderno" --ha sido la primera entidad financiera valenciana que ha incorporado su asistente virtual al asistente de voz de Amazon conocido como Alexa-- y una "relación personal" con el cliente. Junto a ello, trabaja en un "nuevo modelo de comercial" que contempla la creación de la figura del 'responsable de segmento'.
En cuanto al reto medioambiental, Caixa Popular está a la búsqueda de un "gran aliado" experto en la materia, ha señalado Ortí. Además, está diseñando una serie de paquetes de productos de filosofía 'verde' y va a iniciar la segunda fase de remodelación de la oficina de Servicios Centrales, que comprende la parte exterior del edificio que se ubica en el parque tecnológico de Paterna y que cuida todos los aspectos de la eficiencia energética.
IMPACTO EN LA SOCIEDAD VALENCIANA
El director general de Caixa Popular ha querido resaltar la voluntad de la entidad de seguir incrementando su "impacto" social y económico en la sociedad valenciana con iniciativas que buscan "recoger el hueco" que dejaron entidades como la CAM, Bancaja, Banco de Valencia o Ruralcaja y las "necesidades" de la sociedad que quedaron "desatendidas" con su desaparición.Frente a ellos, Caixa Popular cuenta con 42 años de trayectoria que demuestran que su "modelo de banca valenciana social, cooperativa, sostenible y diferente es posible" pero para ello, debe ser "prudente" en la gestión, ha subrayado.
Precisamente, la entidad reserva una parte de sus fondos para afrontar las "incidencias jurídicas" que se puedan generar de los cambios de regulación normativa. Y pese a la "mirada global un poco preocupante por lo que pasando en mundo, el Brexit, la crisis puede generarse el parón de China, etc., luego en la mirada 'micro' o local vemos un entorno dinámico y emprendendor que está apostando por proyectos empresariales y ahí nosotros estamos para respaldarlos", ha concluido.