6 de enero, Día de Reyes. Después de abrir los regalos que nos han dejado los tres Reyes Magos de Oriente llega el momento de la tradicional comida familiar. Y en la mayoría de las mesas de los españoles, uno de los protagonistas indiscutibles es el famoso Roscón de Reyes, cuyos orígenes nada tienen que ver con el nacimiento de Jesús, ya que expertos confiteros apuntan que este dulce ya se preparaba miles de años antes para celebrar una festividad pagana, que terminaba el 25 de diciembre, y que recibía el nombre de 'Las Saturnales' en homenaje al dios Saturno, protector de la agricultura y las cosechas.
Durante estas celebraciones, los romanos consumían una gran variedad de dulces, entre los que se encontraba el tradicional Roscón de Reyes, aunque se elaboraba con diferente forma y, por supuesto, diferentes ingredientes, que han ido evolucionando hasta llegar al roscón actual. Sin embargo, lo que siempre se ha mantenido ha sido la costumbre de introducir un haba en el relleno de este postre, aunque para los romanos era un signo de prosperidad y abundancia.
En España, y de acuerdo con algunos pasteleros, los roscones de Reyes fueron popularizados por la dinastía Borbón. Así, se cree que fue el rey Felipe V de España quien trajo este dulce a nuestro país y, poco a poco, se fue convirtiendo en una de las costumbres más populares hasta la actualidad. Aun así, en la Comunidad Valenciana también contamos con otro tradicional dulce valenciano que se está convirtiendo en uno de los preferidos para el día de Reyes. Hablamos de la casca.
Y, ¿Qué es la casca? La casca es un dulce típico de la cocina valenciana, que adopta la forma de rosca o de serpiente, recordando a la anguila, que era el pescado que más abundaba en las mesas de Navidad de antaño. Este exquisito dulce se elabora con almendra molida, azúcar y huevos, y se puede rellenar de moniato, calabaza o yema confitada.
Según la tradición popular valenciana, los padrinos regalaban a los niños este dulce, pero también se dice que los Reyes Magos traían las cascas a los niños valencianos. Y aunque ha sufrido variaciones a lo largo de los años, todavía se oye la canción popular que decía: ‘Senyor Rei, jo ja estic ací, porteu-me casques per a mi, les garrofes i la palla per al seu rossí’ (Señor Rey, yo ya estoy aquí. Traedme cascas para mí, las algarrobas y la paja para su rocín).
Sin embargo, sea cual sea el postre elegido para este día especial, lo importante es disfrutar rodeado de amigos y familiares para despedir la Navidad en la mejor compañía.