Dudas ante posibles contagios pero consenso con la presencialidad por parte de la comunidad educativa

Pares, pediatres i docents insisteixen en la importància de socialitzar-se, però reconeixen tenir preocupació "perquè el risc 0 no existeix"

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El curso escolar será presencial al 100% en Infantil y Primaria, 1º de la ESO, FP y el resto de niveles tratarán de adaptarse a ello al máximo según las condiciones de los centros educativos. Hoy, tras casi seis meses sin pisar las aulas, unos 795.000 estudiantes retomarán la docencia en este año marcado por la pandemia del coronavirus. El pasado jueves, el conseller de Educación, Vicent Marzà, reconoció que, gracias al protocolo sanitario, las aulas son seguras, aunque "las circunstancias son muy complicadas". La incertidumbre, sin embargo, se mantiene porque "no existe el riesgo 0".

La decisión de priorizar la presencialidad se tomó de forma unánime en el Fòrum Educatiu Valencià, un espacio en el que tienen representación todos los agentes de la comunidad educativa, según han explicado Marzà y el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler. A raíz de ello, en julio se presentó un plan organizativo que incluye la reducción de las ratios, la contratación de profesorado y monitores y monitoras de comedor extra, el establecimiento de grupos de convivencia estable o un plan de digitalización que permita seguir la docencia en casa si hay contagios de coronavirus.

Pese a ello, las circunstancias preocupan. Los representantes de Educación insisten en que el riesgo 0 no existe y la responsabilidad es esencial para combatir la pandemia y seguir con una docencia de calidad. La identificación de los casos de coronavirus y el posible contagio a familiares es lo que más preocupa, aunque la comunidad educativa coincide en que hay que apostar por la presencialidad, por la socialización y en el importante papel que jugarán los padres y madres en esta situación.

"Lo peor es no saber cómo reaccionar ante posibles casos positivos"

Irene Sahera es maestra de Educación Infantil en el CEIP Grangel Mascarós de L’Alcora y asegura que su principal preocupación es identificar qué alumnos podrían tener coronavirus y cómo reaccionar ante ello. "Echo un poco en falta tener enfermeras que nos ayuden a controlar la situación, ya que en el caso de infantil, muchas veces el alumnado está malito y en este caso podría ser más difícil distinguir si es una fiebre o si se trata del coronavirus", cuenta. Para ella, la clave está en insistir en el lavado de manos que ya se trabajaba en el aula, aunque ahora con más dificultades por hacer turnos y controlar que todos sigan con las normas en todo lo que se pueda.

Tal y como explica, con los grupos burbuja se podrá contener la transmisión del coronavirus si alguno de los niños o niñas diese positivo, pero considera que el problema puede estar fuera de las clases: "con estos grupos no pueden entrar ni profesores ni alumnos nuevos, pero el problema es qué pasará fuera de las aulas. Aquí lo haremos lo mejor posible, pero los padres juegan un papel esencial en lo que hagan luego".

Sahera entiende la preocupación de los padres y madres. Incluso, en la Comunitat Valenciana se ha creado la plataforma ‘Libre elección educativa’, formada por personas que piden elegir entre docencia presencial o en línea para sus hijos e hijas ante el coronavirus. Sin embargo, anima a ver con buenos ojos la presencialidad pese a las circunstancias: "todo lo que puede aprenderse en un colegio va a ser de calidad. Los padres no son maestros y aquí va a haber igualdad de oportunidades porque todos están en las mismas condiciones. Yo creo que si se cumplen las normas del protocolo no tiene por qué pasar nada, y es muy importante que los pequeños compartan, convivan, jueguen… pese a la pandemia".

"Hay que inculcar las medidas de higiene desde casa"

"El Hospital Sant Joan de Déu realizó un estudio llamado ‘Corona Kids’. Se recogieron muestras en 22 escuelas de verano para niños para ver la tasa de infección por COVID-19 en estos niños. Se vio que la tasa de infección no fue muy alta, mucho menor que en los adultos, y que la transmisión de estos niños a adultos tampoco lo fue".

Así lo explica Marián Moreno, médica pediatra del Hospital de Manises, que explica que probablemente los niños que se contagien sean asintomáticos o con poca patología. Sin embargo, sí que preocupa que estos niños puedan contagiar a otras personas. Higiene de manos, distancia de seguridad, mascarilla y, en general, todas las medidas de seguridad recomendadas son, para muchos médicos, aquello que principalmente frenará este virus. Por ello, se recomienda desde casa inculcar a los más pequeños todas estas medidas, para que la vuelta al cole sea mucho más segura.

Muchos de los pediatras han dado un voto de confianza a la vuelta de las aulas. De hecho, si se mantienen las pertinentes medidas de seguridad "es posible que incluso disminuyan el resto de infecciones respiratorias por otros virus, como la gripe, el virus respiratorio sincitial o similares". Por ejemplo, destaca la capacidad que tienen los niños más mayores de 6 años para ser conscientes en el tema físico y de higiene. Sin embargo, la tasa de infecciones se espera que sea mayor entre los niños menores de 6 años, que no llevarán mascarilla y es más probable que tengan más contacto entre ellos.

Otra de muchas de las preocupaciones que están teniendo un gran número de padres es cuando su hijo tenga que estar en cuarentena. Si el hijo da positivo de COVID-19, el progenitor podrá solicitar una baja laboral para quedarse en casa con su hijo. Sin embargo, si un niño o más dan positivo en una prueba, el resto de la clase debería permanecer confinada. Los niños deberían estar acompañados por unos padres que tendrían que pedir ciertos permisos en el trabajo. La vía que ofrece en la vía que ofrece el Gobierno es adherirse al programa "Me Cuida", que permite flexibilizar su jornada laboral.

¿Por qué, entonces, si la vuelta a las aulas seguramente implique más riesgos de contagio, se apuesta por una educación presencial para los niños? Durante el período de confinamiento, según informa Moreno, aunque no hubo muchos casos de COVID-19 entre niños, sí que aumentó significativamente las consultas pediátricas de problemas funcionales: dolores abdominales, problemas de ansiedad, estrés, miedo… "Los niños necesitan ir a clase de forma presencial, socializarse y relacionarse con otros niños", comenta.

Otro de uno de los aspectos más comentados en esta vuelta al cole es el establecimiento de grupos burbuja de hasta 25 personas, donde los estudiantes solo se relacionarán entre sí. De este modo, con grupos más estables y con una ratio mucho menor, es más fácil controlar a los niños y reducir la tasa de contagios. Sin embargo, una de las principales preocupaciones en estos grupos y, en general, en el resto de clases es que puede haber hermanos en distintos grupos, unos con grupos burbuja y otros que no.

Preguntada por esa cuestión, Moreno señala que, si hay un contagio, la probabilidad de que se disemine a otras clases es mucho mayor. Pese a ello, añade que los niños no van solamente al colegio, también realizan extraescolares o van al parque –y los padres–, donde se juntan con muchas más personas y los grupos burbuja desaparecen.

"Si no volvíamos a las clases, era un fracaso de todos"

Alfafar

Por su parte, Josep Albiol, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la provincia de Castellón (FAPA Castelló ‘Penyagolosa’), cuenta que la principal preocupación que le llega de los padres y madres asociados se puede resumir en la incerteza:"Hay incertidumbre y nervios porque no hemos tenido casos anteriores de los que podamos aprender".

Aún así, Albiol hace balance y destaca el consenso sobre la vuelta a las clases de forma presencial:"Para nosotros es un éxito volver al colegio, porque si hubiésemos seguido con la docencia desde casa, hubiese sido un fracaso no solo de nuestros representantes políticos, sino de todos y todas". Los padres y madres, continúa, están "felices" de que se haya podido conseguir este plan, ya que se han atendido las condiciones de cada centro como pidieron y hay un protocolo que, eso sí, "podría haber llegado antes para digerirlo un poco mejor".

El presidente de FAPA lamenta la oposición de la plataforma 'Libre elección educativa Comunitat Valenciana' y defiende que la socialización en los niños y sus familias es clave y positivo para su desarrollo personal. "Queríamos que volviesen a clase y cada día tenemos más ganas, porque recordemos que la educación es un derecho -no una libertad- que ha costado mucho conseguir. Hay que ser conscientes de que no hay recursos suficientes ni tiempo para improvisar esta formación desde casa y en clases al mismo tiempo", considera.

Respecto a cómo ven las aulas, desde la federación Albiol subraya que son conscientes de que el riesgo 0 no existe y que, lamentablemente, no hay ejemplos de casos anteriores que seguir. "Van a ser lo más seguras que sabemos, pero la gente tiene que ser responsable y cumplir con las entradas y salidas de los colegios, los horarios, las medidas de higiene y, sobre todo, debe inculcar al alumnado en las casas la importancia de cumplor con los protocolos porque esto nos beneficia a todos".

Marzà y Soler, conseller y secretario autonómico de Educación respectivamente, mantienen que las aulas son seguras si se es responsable con el protocolo e insisten en que los niños y niñas estarán más protegidos que en un parque o en cualquier otro espacio de socialización. Ambos coinciden con Sahera, Albiol y Moreno, en la importancia de tener una educación presencial en la que puedan aprender a convivir y aprender a combatir la pandemia. "Es momento de sacar el lado positivo y trabajar en algo más allá de los contenidos", destaca la docente.

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