El periodismo, los profesores, los psicólogos... La mayoría de los estudios se vieron gravemente afectados por la crisis económica, con unos niveles de empleabilidad cada vez más bajos. También el mundo de la música; unos estudios cargados de esfuerzo y tiempo -14 años es la norma habitual-. Sin embargo, el "ampliar miras" hace presión para revertir el efecto: "Ya no pensamos que se estudia música, únicamente, para tocar un instrumento".
El Conservatorio Profesional de Música de València (CPMV) está situado en el Carme. En uno de los lados de la Plaza del Viriat, comparte ubicación con el Instituto Valenciano de Cultura y la Escuela de Arte y Superior de Diseño. Alumnos de los distintos centros confluyen en los distintos bancos del lugar, aunque los 'músicos' son más comunes por la tarde; deben combinar sus estudios 'normales', de primaria, ESO o bachiller, con los musicales.
'La música es una profesión larga que se inicia pronto'
Los estudios que se imparten en el CPMV abren el campo, asegura Simeó, a muchas posibilidades, "y eso solo con los estudios profesionales", la etapa 'enmedio' entre las elementales y superiores. Estas son seis años, con cuatro antes y, si se desea, cuatro más después; una acumulación de 14 años de esfuerzos que se traducen en muchos caminos de profesionalización. También están, de forma paralela, centros no reglados -no son reconocidos como enseñanzas musicales- que, en muchos casos, se relacionan con los conservatorios. Se trata de otra forma de aprender música, muy relacionado con las bandas, en las que participan algunos programas como Escolta València.
Andrés Simeó es el Director del Conservatorio Profesional de Música de València. “La música es una profesión larga que suele iniciarse pronto”, señala al inicio de la entrevista. Aquí se imparten clases tanto de Enseñanzas Elementales como de Enseñanzas Profesionales; un alumno que siga el recorrido ‘normal’ realizará cuatro años en la primera etapa, y seis en la segunda. Son 10 años de esfuerzo musical en este centro.
Fomentar el desarrollo musical
Enseñanzas Elementales, con una duración de cuatro años. La edad normal de los alumnos es de 8 a 12 años. Las clases son, esencialmente, prácticas.
Enseñanzas profesionales. Etapa a la que se suman aspectos teóricos, co una duración de seis años. Los alumnos terminan los dos últimos cursos realizando 11 horas semanales, lo que dificulta compaginar el bachiller. “Esta etapa te prepara también para el acceso al Conservatorio Superior, como el bachiller a la PAU", cuenta Simeó.
Enseñanzas superiores. La última etapa, de cuatro años, es la equivalente a un grado universitario en otras disciplinas, en la que se aprenden cuestiones como la composición, dirección o musicología.
Los estudios de música no son baratos. No por la matrícula en sí, sino por los materiales. En fotografía, te hace falta un buen material fotográfico. Aquí, tu instrumento, y los cuidados y mantenimiento asociados, pues el estudio se basa, en gran parte, en la práctica con este. Por esto, con el sistema actual las becas son de gran importancia, pues amplían el abanico de posibles alumnos y alumnas que quieran dedicarse a la música; ayudan a que lo económico no sea un factor, al menos, que cribe tanto a la hora de dedicar la vida a este arte.
Los alumnos y alumnas que quieran estudiar música con la ayuda de becas pueden optar a las becas del Ministerio de Educación (MEC), de forma semejante a otros estudios como bachiller o Grado. Dependerá de la renta del pasado año y el valor patrimonial de la unidad familiar.
Sin embargo, los conservatorios no son la única alternativa a la enseñanza musical -sí oficial-, ni la única becada. Un ejemplo de ello son los más de 600 centros de toda la Comunitat adscritos a la Red de Escuelas de Música de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana. Otro ámbito educativo en el que también pueden optarse a otro tipo de becas, como las de Bankia Escolta València. La entidad ofrece hasta 500 euros para los solicitantes que se matriculen para el correspondiente año de la convocatoria en alguno de los centros de la red. Una forma de "fomentar el estudio de la música", como una herramienta para el desarrollo cultural de la Comunitat.
'La música es un elemento vertebrador de las tres provincias'
“Estamos convencidos de que la música es uno de los grandes valores de nuestra tierra y un elemento vertebrador de las tres provincias”, señalaba el Director Territorial de Bankia en València y Castelló, Jaime Casas. Lo hacía durante la entrega, el pasado mes, de los Premios Bankia al Talento Musical en la Comunitat Valenciana, que junto a la FSMCV y el Institut Valecià de Cultura, a su vez relacionado con el CPMV, reconoció seis proyectos “de excelencia musical”.
La educación musical, como ha señalado Simeó, empieza temprana. Sin embargo, no siempre mediante los conservatorios; gran parte de los estudiantes encontraron su primer contacto ‘serio’ con la música en las bandas y sociedades musicales. "La relación es muy estrecha", apunta el Director: "Muchos de los alumnos que vienen a estudiar música han empezado en una banda. Es una relación de beneficio mutuo: si una banda pasa a tener varios integrantes en el conservatorio, también notará como el nivel aumenta".
Diversificación profesional
Lucía ‘toca’ esa realidad entre el Conservatorio y las agrupaciones musicales de cerca. Ella participa en la Agrupación Musical de Patraix, en el núcleo histórico del barrio; es fácil tener algún conocido o conocida que haya pasado por ahí. Relata que no sólo hay una relación académica, sino que incluso se desarrolla otra laboral. “Muchos de mis compañeros, en Enseñanzas Superiores, trabajan en la banda de su barrio o pueblo”, señala. En la de Patraix, aunque toca, su principal rol es de profesora de solfeo y clarinete; suma más de cuatro años en el barrio.
Simeó cree que, cada vez más, se ha encontrado una respuesta a las dificultades de empleabilidad. Desde que “se han abierto” las miras hacia otros posibles empleos más allá de tocar un instrumento de forma clásica -orquesta sinfónica, por ejemplo-, los estudios han mejorado y con ellos la empleabilidad. La lista de posibles profesiones que detalla es larga; desde lo más conocidos como solista o vocalista de un grupo, hasta compositor de música para videojuegos. “Esta es una profesión en que antiguamente no había pensado, pero claro, alguien realiza esas bandas sonoras en los juegos”, señala Simeó.
De 'tocar' un instrumento a la banda sonora de los videojuegos
La lista de posibles caminos para los alumnos es larga. En el ámbito interpretativo, Simeó señala que están algunas de las más conocidas, como solista, músico de cámara, orquesta o banda, director, vocalista o muchas variantes relacionadas con el piano, desde las orquestas y musicales hasta para repertorios musicales. En el ámbito relativo a la docencia y lo académico también hay variedad de posibilidades; musicólogo, archivero, profesor de conservatorio, primaria, ESO o Universidad, pedagogo y orientador musical…
También desde el ámbito de la industria discográfica, con larga tradición en la Comunitat y en la vecina Catalunya, abre varias posibilidades, como productor discográfico, técnico de sonido en estudios, medios de comunicación o auditorios y salas de conciertos, gestor de eventos musicales o grupos -mánager-, Disk Jockey… Así como en los mencionados videojuegos o la creación de aplicaciones informáticas específicas para música. En los conservatorios se han abierto pasos a nuevas disciplinas que también forman parte de esta diversificación, como la guitarra baja o el bajo eléctrico; algo que también encuentra su lugar en las distintas asociaciones musicales adscritas a la FSMCV.
El Director cree que la música está bien encaminada, pero todavía hay margen de mejora. Cree que, por ejemplo, podría mejorarse la distribución horaria, en especial en las últimas etapas de los estudios profesionales. Los alumnos deben compaginar las horas lectivas de los institutos con otras 11 semanales del conservatorio. “Quizás podrían bajarse a nueve y trasladar las otras a cursos inferiores”, argumenta. De cara a la empleabilidad, hay que seguir abriéndose a las nuevas tendencias y tecnologías, sin olvidar sus ventajas; desde mejorar la inteligencia y la salud emocional, hasta ayudar en las relaciones socioafectivas de los niños y niñas.
Las bandas son "núcleos" de cultura y ocio "importantes en cualquier barrio"
La Música es, reglada o no, un “valor añadido” a su entorno y a las propias personas, tal y como coinciden Simeó y Lucía. El Director cree que el camino por delante es optimista; de la relación entre el mundo ‘reglado’ y el de las sociedades se obtienen buenos resultados académicos y de empleabilidad, pero también sociales. Lucía señala que, en València, esta relación es muy potente, y esta también lo notan los ciudadanos y ciudadanas: “Son una alternativa de ocio enorme en los barrios. Ofrece conciertos, educación no formal, participan con otras entidades, en fiestas… Es un núcleo muy importante en cualquier barrio”.