Segundos, así durmió ayer el Valencia Basket. Tras lograr una trabajada victoria ante un Iberostar Tenerife que salió dormido al parquet de la Fonteta. Los de Pedro Martínez realizaron un partido muy serio en defensa, sabía contra quien jugaban y no querían dejar cabos sueltos, acertado en el tiro y trabajado en su conjunto. Los taronja zanjaron el encuentro en el primer cuarto cuando aprovechándose del aturdimiento de los visitantes hicieron brecha en el marcador. Tras el descanso, el Iberostar Tenerife quiso sacar su honor y su saber hacer pero el despertar del último cuarto se quedó en un intento pues el Valencia Basket, de la mano de Oriola, no quiso que le aguaran la fiesta.
Diot, Sato, Thomas, Rafa Martínez y Dubljevic salieron con el cuchillo entre los dientes y la lección aprendida. Si querían ganar al segundo clasificado y a la mejor defensa de la Liga tenían que hacerlo desde el principio. Y así lo hicieron. El Valencia Basket agobió a los de Txus Vidorreta durante todo el primer tiempo rompiendo el partido casi desde los primeros minutos y no dejándoles anotar casi, cerraron los primeros diez minutos con tan sólo 11 puntos. Por su parte, los locales iban sumando puntos poco a poco llegando a tener una renta máxima de 11 puntos hasta en dos ocasiones (17-6, min. 8:75 y 19-8 a falta de 43 segundo para acabar el cuarto).
El segundo cuarto fue más de lo mismo. El Iberostar Tenerife no encontraba la forma de entrar al aro y tan sólo los propios fallos del Valencia Basket eran los que no convertían el partido en una sangría de puntos. Aún así, el conjunto taronja consiguió aumentar las distancias hasta los 19 puntos con los que llegaron al descanso (38-19). En estos diez minutos el Valencia Basket circuló perfectamente el balón, defendió como si le fuera la vida en ello tras cada pérdida logrando que el Tenerife no rentabilizara las pérdidas cometidas. Incluso se pudieron ver bonitas jugadas como el Alley-oop de Luke Sikma tras la asistencia de Vives que ponía el 25-13 en el marcador en el primer minuto del cuarto.
Tras el descanso, el Iberostar Tenerife parecía haber encontrado la fórmula para entrar al aro taronja a través de Grigonis pero los de Pedro Martínez perfectamente orquestados por Antoine Diot volvieron a meter la quinta marcha y, a pesar dela gran diferencia en el marcador, no permitieron soñar a los de Vidorreta con la remontada cerrando el cuarto con 60-43 a falta de los últimos diez minutos por jugar.
Sin embargo, el último cuarto seria en el que despertara el Iberostar Tenerife para acercarse por primera vez desde el inicio del partido al marcador. Los primeros cinco minutos los tinerfeños sacaron un parcial de 2-12, gracias en parte al desacierto del conjunto taronja en ataque pues la anotación se vio frenada con fallos, llegando a ponerse en el marcador a tan sólo once puntos (60-49 min. 32). Pero fue entonces cuando Pierre Oriola, en conexión con Fernando San Emeterio, apareció para despertar a los suyos y no consentir que la renta siguiera bajando, Bojan Dubljevic se unió al catalán para en los últimos minutos del encuentro la Fonteta viviera una fiesta y firmaran una victoria (74-58) que les coloca segundos en la clasificación de la Liga Endesa.