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La posibilidad del equipo de Voro de seguir con su racha de victorias —contra el actual finalista de la Copa del Rey— se ha perdido en el camino.
El Alavés tuvo el dominio del balón durante todo el primer tiempo mientras que el Valencia intentaba llevar el balón a sus delanteros, que recién tuvieron protagonismo en el 17’, cuando Carlos Soler casi supera a Pacheco.
Si bien el mediocampo de los del Túria funcionaba bien, así como su capacidad de conducir el balón, los locales también se aproximaban a la portería de Alves con un disparo de Santos en los 28’ y Manu García en los 44’ al tiempo que el partido ganaba violencia. Poco a poco preparaban el camino para su alta capacidad de reacción.
En la segunda parte apareció más el Alavés, y también los goles. A los 69’ El Chino Soler aprovechó un rebote en el portero y puso la derecha para definir, pero ese fue el último brillo del Valencia, porque en los últimos veinte minutos el panorama cambió.
Después de una amarilla para el autor del gol y además para Orellana, Ibai Gómez empató el duelo con una jugada personal que terminó en un fuerte disparo para superar a Alves. Así, Pellegrino sacó a Camarasa y metió a Katai a la empresa de ganar el partido, y lo logró.
El serbio aprovechó un pase en profundidad, eludió al portero valencianista y convirtió el 2-1. Un final que se empañó para los visitantes tras la segunda amarilla de Orellana. El chileno no ha hecho un buen partido y además salió expulsado tras un golpe feísimo a Sobrino.
En esta derrota el equipo de Voro ha confirmado una sola cosa: para mantener los buenos momentos es necesario jugar igual ante todos los contrincantes.