Cuando Prandelli decidió afrontar el partido de vuelta contra el Leganés por la Copa del Rey (que terminó en 2-1 a favor de los valencianistas), entendió que podía ser una buena oportunidad para recurrir a Lato, Mir y Soler. Los dos primeros jugaron suficientemente bien, aunque no brillaron. Pero el tercero…
¿Quién es Carlos Soler? El jugador de 19 años y 1.83 mt que actualmente milita en el VCF Mestalla y ha jugado 669 minutos ha generado atención de los medios y la afición desde que debutó en el primer equipo. Es imposible ignorar la figura del futbolista más importante en el partido contra el conjunto de Garitano.
Desde los 7 años que Soler —cuyo comienzo como delantero explicaría sus virtudes al momento de atacar en masa— está en el club después de que la Academia pusieras sus ojos en él para Trofeo Pepe Valls, cuando este marcó tres goles vistiendo la camiseta del Bonrepós. Fue fichado y hasta hoy no se ha desligado de los colores valencianistas.
Su posición de pivote le otorga características de ataque envidiables. Desde su perspectiva puede observar cómo funciona el equipo y así cambiar partidos con su explosión y sorpresa. Eso fue lo que sucedió cuando ingresó a los 58’ por Enzo Pérez en el partido contra el Leganés: una sorpresa.
El futbolista ingresó y de inmediato cambió el flujo del partido al distribuir el juego. Cuando este terminaba 1-1 y se convertía en un nuevo empate para el equipo del Túria, el joven se escapó por el medio a los 89’ con habilidad y agilidad e intentó un tiro con la derecha que paró Herrerín. Gracias a que el balón rebotó, Rodrigo solamente la empujó y provocó el 2-1. Conquista del hispanobrasileño con firma de Soler.
Cuando un jugador joven salta al campo en un momento decisivo y sabe lo que se espera de él, existen dos caminos: desaparecer en el acto o convertirse en protagonista. Para muchos, lo que hizo en Carlos Soler puede ser una minucia al considerar que el Valencia ya estaba clasificado, pero para otros es el comienzo de una prometedora carrera.