No es que el Valencia viva ahora un gran momento. Pero hace un mes el panorama era apocalíptico: Prandelli decidía partir dejando un proyecto detrás, y Suso se sumaba días después. El descenso se abalanzaba en la espalda del murciélago.
En una rueda de prensa anterior a esa semana, el ex entrenador del Valencia profirió una llamada de atención a los jugadores que no estaban dispuestos a dar la vida por la camiseta y que podrían dejar el equipo. Nació el famoso "Fuori", el mejor legado del italiano expresado en una palabra de cinco letras.
Pero antes incluso de ese episodio está el viaje de Suso, Prandelli y Layhoon a Singapur. El objetivo era reunirse con Lim, ese desaparecido, e informarle que el conjunto necesitaba refuerzos y que el técnico poco podía hacer con los futbolistas disponibles. El mediocampo era la prioridad.
Así, volvieron a la ciudad del Túria con otro espíritu. Prometiendo una revolución en el mercado de invierno, tanto económica como deportiva e interna.
Pero ahora volvemos a la bomba de fin de año: dimitió Prandelli, luego Suso, retornó Voro y anunció que con lo que tenía iba a esforzarse. Con la aparición del mejor “fichaje” metafóricamente hablando, Carlos Soler, ganó un partido de la Copa del Rey, al Espanyol en Mestalla y al Villarreal en La Cerámica. El lunes cayó ante Las Palmas y aquí estamos de nuevo…
Finalmente, el mercado de fichajes que terminó la noche del martes propició las salidas de Araujo, Fede y Ryan, tres elementos irrelevantes esta temporada. Por otro lado, ficharon a Maksimovic, Zaza y Orellana, el primero llegará en verano, el segundo es la obsesión de Prandelli y el tercero una oportunidad inmejorable de mercado: 3 millones de euros.
¿Hubo una gran inversión como prometió Míster Peter? No. ¿Se trajo lo necesario de acuerdo al alma siempre prudente de Voro? Sí. ¿Es "fuori" la palabra más famosa para la afición valencianista al día de hoy? Sin lugar a dudas.