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“Peter Lim no lloró con el descenso del Valencia en los 80. No se emocionó con cada gol de Mendieta o del Piojo”

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Miquel y Carlos son valencianos. Crecieron en Gandia relacionados con el fútbol y todo el mundo que se mueve alrededor del que —dicen— es el deporte más hermoso del mundo. Un día se encontraron, generaron amistad y hoy mueven a seguidores de España y Latinoamérica a amar el fútbol con el que se criaron. Ese que ahora se diluye entre fotografías de Instagram y peinados.

València Extra habló en exclusiva con Carlos y Miquel, la dupla de “Odio el fútbol moderno”, una idea que funciona muy bien como homenaje a la memoria del balón.

Odiar el fútbol moderno... Al ver vuestras redes sociales, queda muy claro que no son pocos los que adscriben a este sentimiento. ¿Cómo nació la idea de empezar a buscar más románticos alrededor del mundo? ¿Quiénes están detrás de este sentir?

Miquel: Somos dos amigos del mismo barrio, de la misma calle, de Gandia (Valencia). Una de las cosas que nos une es la pasión por el fútbol, desde chavales comentamos todo: fichajes, polémicas, jugadas, goles... En los últimos años coincidíamos en algo, empezábamos a rechazar ciertas cosas del nuevo fútbol. Clubes controlados por magnates, estadios vacíos y sin ambiente, equipaciones que atentan contra la identidad cultural de los clubes, desapariciones de clubes históricos, corrupción, botas de color chicle... a Carlos se le ocurrió crear la página, y me nombró administrador. Somos unos románticos (jeje), nuestro sentimiento lo expresamos en la página, y poco a poco hemos visto que es bastante generalizado.

Carlos: Tal como dice Miquel, creamos la página con tres fines: nostalgia, denuncia y cultura. En un principio era una manera de desahogarnos. De expresar nuestro sentir. Del fútbol que recordábamos. De cómo nos gustaría que fuera. Y poco a poco se fue uniendo gente con sus diferentes equipos, pero con un mismo sentimiento. Ojalá pudiéramos pasar más tiempo juntos, y trabajar mejor la página, pero la vida moderna nos ha llevado por caminos diferentes, yo vivo en Nitra (Eslovaquia) y Miquel está en Barcelona. Somos dos tíos normales que hacemos lo que nos gusta. Y cada vez tenemos más ilusión. Pero es cierto que nos falta tiempo.

El RB Leipzig, un club fundado en 2009 con el dinero de la empresa RedBull, con un estadio del mismo nombre y promesas jóvenes, tiene 24 puntos en la Bundesliga al día de hoy; los mismos que el Bayern Munich. Muchos lo ven como un símbolo del fútbol-negocio. ¿También vosotros? 

Miquel: El fútbol moderno nos puede llevar a una final de Copa de Europa entre Red Bull Leipzig y el Coca-Cola Milan en unos años. Esto a nosotros no nos gusta.

Carlos: Claramente. Red Bull, una multinacional creada de la nada, un equipo de fútbol que en realidad es una franquicia. Es como la NBA. Ahora está en Leipzig, pero posiblemente mañana esté en otra ciudad. Nosotros somos partidarios de que los clubes sean controlados por su masa social, por los socios, no nos gusta el fútbol de franquicias. Todos estos clubes son clubes sin alma.

En muchos rincones, desde Sudamérica hasta Europa, las aficiones y gradas de animación han perdido su magia, haciéndose más violentas y a veces descerebradas. ¿Esto es por culpa del fútbol moderno o hay más factores?

Carlos: El fútbol es un reflejo de la sociedad. Lo vimos en la pasada Eurocopa. Ante una Europa con discursos de separación y racismo, los radicales salieron al paso. El mensaje de odio de algunos líderes políticos se ve reflejado en los ultras.

Miquel: Esto no es culpa del fútbol moderno. En el antiguo ya pasaba, pero se trata de una carencia que el fútbol moderno no ha podido mejorar. Se persigue al hincha, y el hincha no tiene la culpa. Pagan justos por pecadores. Hay que diferenciar entre hooligan o ultra e hincha o supporter. En los estadios hay menos ambiente pero la violencia de los degenerados no ha terminado. Es un problema.

Messi y Cristiano Ronaldo, botas de oro y coches como panes. Entre tanto fútbol moderno, ¿queda algún jugador distinto?

Carlos: Nos gusta la sencillez de Iniesta, la fidelidad de Totti, y ese nuevo despertar de Aduriz. Incomoda ver las noticias de muchos futbolistas de hoy, con escándalos de corrupción, sexuales, salidas de tono... pero no todos son así. Hay que saber buscar y saber quitar la morralla de la información deportiva para encontrar el verdadero fútbol.

Miquel: Claro que los hay. Los hay humildes, que prefieren no fanfarronear de mujeres, coches y éxito. Pero la prensa no los enseña. Para ellos es más importante el nuevo tatoo de Messi, cómo se lo ha hecho, qué significado tiene, etc. que cualquier noticia de un equipo menor. Existe otro fútbol, pero no es accesible para el gran público.

Como valencianos, sabrán que el Valencia CF de hoy sufre hace muchas temporadas, sobre todo desde la llegada del dinero de Lim. ¿Creen que hay vuelta atrás?

Carlos: La situación del Valencia es una situación que se lleva dando durante mucho tiempo en Inglaterra y poco a poco está llegando al resto de Europa.

En el caso valencianista: Peter Lim no lloró con el descenso del Valencia en los 80, ni con las finales perdidas. No se emocionó con cada gol de Mendieta o del Piojo. Se ha comprado el Valencia como el que se compra cualquier empresa, para hacer negocio claramente. Y como no sabe de fútbol, se ha traído a sus colegas. Primero Nuno y Neville, y ahora parece ser que empieza a dejarse aconsejar por los valencianistas, pero bueno: los clubes son empresas y el Valencia es una más, con malos gestores que dejaron el club en una situación penosa.

Pero nosotros apostamos por que los socios cojan las riendas de los clubes: del Valencia y de los demás. Es difícil, pero no es imposible.

Miquel: La burbuja del fútbol-negocio estallará en cualquier momento.

Está claro que el problema es lo que han hecho con el fútbol más que el deporte mismo. Como amantes del fútbol de todas las épocas, habrán sufrido esa afrenta que dice que es solamente espectáculo y nada más. ¿Cómo entienden esta idea? ¿Piensan que el fútbol efectivamente une a personas de distintos países y culturas? ¿Creen que dentro de gritos, jugadas y banderas se esconde algo más?

Carlos: Otra cosa es como lo utilicen algunos, lo politizan, lo instrumentalizan, lo manchan. Pero el fútbol es sencillo: dos porterías, un balón y a jugar. Y eso lo saben hacer en cualquier parte del mundo. Sin ir más lejos, los seguidores de la página nos envían fotos de campos de fútbol de diferentes partes del mundo. Hemos recibido fotos de España, Portugal, México, Argentina, pero también desde Hawaii, Bali o Mongolia. El fútbol es el idioma más hablado del mundo.

Miquel: El fútbol une. Para nosotros es un deporte y una cultura, y cuando viajas existe un lenguaje con el que comunicarte con personas de cualquier lugar: se llama fútbol.

¿Cuál es el equipo que le quita el sueño a Carlos y a Miquel?

Carlos: Hace ya mucho tiempo que el fútbol no me quita el sueño. Yo era de los que cuando su equipo perdía se iba a la cama sin cenar. Pero, poco a poco, uno aprende a relativizar todo y aprende que hay otras cosas más importantes y por las que sí que se te quita el sueño. De todas formas y pese a todo, mi equipo del alma es el Valencia. Cada vez que paso por la Avenida de Aragón me recorre un escalofrío y ahora, estando tan lejos, es inevitable que se te caiga la lagrimilla al recordar que es parte de tu hogar.

Miquel: A mí me quitaba el sueño el partido cuando yo jugaba. Pensaba en la noche cualquier jugada que podía encontrarme al día siguiente. El fútbol profesional no me lo ha quitado nunca y el fútbol moderno muchas veces me lo da. Soy un amante de la tercera división, del fútbol humilde, lleno de pequeños detalles y gestos que me encantan.

¿Algún gol o momento favorito que no se puedan sacar de la cabeza?

Carlos: ¿Momentos? Te podría decir mil. Pero, sin duda, mi momento favorito fue la Copa del Rey del 99. Por fin ganamos un título y la celebración fue impresionante. Hasta acabé rapándome la cabeza al cero por una promesa que había hecho (hoy no me haría falta jejejeje).

Miquel: Hay muchas obras de arte, yo concretamente soy muy “maradonista”, si existe esa palabra, jaja. He visto sus vídeos infinitas veces, y continúo alucinando con el Diego. También me impactó mucho el debut de Romario en la Liga, creo que no se ha repetido algo así.