Conseguir ser una leyenda como entrenador no es fácil: hace falta práctica, valor, confianza con los jugadores y familiaridad con los aficionados. Por ello, hoy es un día triste para los aficionados del Valencia CF: la leyenda Roberto Gil ha fallecido este viernes a los 84 años después de una larga vida ligada al club.
Roberto Gil, nacido en Paterna en 1938, comenzó a jugar a fútbol en la localidad valenciana de Ribarroja. A los 18 años, llegó al Mestalla y Otto Bumbel le dio la oportunidad con el equipo de primera división el 11 de junio de 1959. Gracias a ello, el jugador consiguió dos Copas de Ferias (1962 y 1963) y una Copa de Generalísimo, que la alzó como capitán del equipo en 1967.
Mediocentro defensivo, siempre dijo que su mayor virtud era la “inteligencia táctica”. En sus doce temporadas como futbolista del club de Mestalla, desde 1959 a 1971, jugó un total de 300 partidos oficiales (2010 de la Liga, 56 de la Copa y 24 en competiciones europeas), en los cuales anotó un total de 35 goles.
Sin embargo, su etapa como jugador acabó en la temporada 70-71 debido a las lesiones y por el relevo generacional. Todo esto llevó a que pasara de ser un futbolista a ser un hombre de club. Casi diez años después, fue entrenador del Valencia CF durante las temporadas 1983-1984 y 1984-1985. Además, también dirigió al Levante, Castellón, Gandía y Jaén, además de trabajar como secretario técnico en los 80 con Arturo Tuzón como presidente.
Se desvinculó del club a mediados de los 90, pero permaneció siempre cerca de la entidad desde los veteranos y como comentarista en el canal público valenciano Canal 9 junto a Paco Lloret. Además, su casa era un pequeño museo dedicado al Valencia CF con fotos enmarcadas desde 1939 hasta la actualidad. Allí, rodeado del calor del club, se apagó la vida de uno de los mayores leyendas del club.