No ha sido el mejor año del Valencia. En el puesto 17 en la clasificación de la Liga, el equipo blanquinegro ha sufrido mucho más de lo que ha celebrado. La afición ha sido testigo directo de cómo Mestalla pasó de ser un recinto que infundía miedo a un estadio desde donde sacar puntos.
Con el fin de año más cerca y como la situación valencianista lo merece —para aprender de los errores y no perder la memoria—, València Extra elige este último viernes del año los peores momentos del Valencia Club de Fútbol en esta temporada.
3.- El empate de Fornals en el último minuto
4 de diciembre; Mestalla no podía creerlo. Cuando por fin volvía a ganar el Valencia en su estadio y ante su gente después de los goles Rodrigo y Medrán, Fornals, quien marcara al inicio del primer tiempo, le dio el 2-2 definitivo al Málaga en los descuentos en un segundo tiempo que exudaba nerviosismo.
Alves, Prandelli, Cancelo y todo el valencianismo se puso las manos sobre la cabeza y entendieron que el 2017 habría que volver a comenzar.
2.- El debut ante Las Palmas
Pako Ayestarán tuvo que soportar un mercado de verano en que, en lugar de conseguir nuevos y buenos fichajes, se acostumbró a la idea de que empezaría la Liga con un equipo mermado y en una crisis organizativa clara.
Todo este proceso se reflejó en el debut ante Las Palmas en Mestalla. El equipo comenzó arriba con gol de Santi Mina, pero en menos de 20 minutos los goles de Livaja, Viera y Kevin Prince-Boateng sepultaron las aspiraciones del conjunto che.
El 4-2 definitivo llegó al final del partido, obra de Livaja. Una jornada para olvidar.
1.- Undiano Mallenco y la derrota más triste
Como todos los Valencia-Barcelona de la historia, este partido prometía muchísimo y así fue. En uno de los primeros choques del entrenador italiano, el equipo del Túria tenía la obligación de mostrar un buen juego ante su público y en frente de un club que jornada a jornada es observado por todo el mundo.
El partido comenzó con un gol de Messi a los 22’, pero fueron Munir y Rodrigo quienes en menos de tres minutos devolvieron las esperanzas. Después de un pésimo arbitraje de Undiano Mallenco, Luis Suárez logró el 2-2 a los 62’ y Lionel Messi, en los descuentos y de penalti, se encargó de cerrar la tarea.
Después apareció esa botella desde la grada y con ella todo aquel circo que hizo de este día de octubre el más imposible para los jugadores blanquinegros.