Era de conocimiento que sería un partido complicado. El Almería, penúltimo en la clasificación hasta este partido y después del mismo, necesitaba confirmar —ante los casi 7500 espectadores en el Estadio de los Juegos Mediterráneos— que no está muerto en la lucha de la Segunda División.
El equipo de Muñiz llegó a esta cita con la obligación de confirmar las credenciales que ha mostrado hasta ahora en la categoría. Sin embargo, y luego de un partido accidentado (grupos de aficionados se enfrentaron antes del partido y Jason salió lesionado después de una fea caída), el Almería consiguió empatar y llevarse un punto.
El primer tiempo fue un trámite en el que los dos equipos se estudiaron. El Levante dominaba, pero no lograba romper la portería rival y las bandas estaban bloqueadas por el planteamiento de Soriano. En esta dinámica, recién superados los primeros 15, Quique González marcó desde el punto de penalti tras una falta que cometió Abraham Minero. Los locales empezaron bien y obligaron a los granotas a cambiar la estrategia, mientras ellos cerraban filas atrás y seguían intentando en los pies de Joaquín y Iago Díaz.
En el segundo tiempo sobrevino la remontada azulgrana. En solo diez minutos, Roger (46’) y Jason (54’) volcaron el partido a su favor, lo que paralizó a los andaluces que tuvieron que pagar sus errores en la defensa y soportar el talento de Morales. Los de Soriano perdieron el rumbo, pero no el destino.
A pesar de un Levante que está acostumbrado a llevarse los tres puntos después de recurrir a la valentía y la táctica siempre lógica del entrenador, el Almería pudo reaccionar. Si bien trató varias veces de conseguir el gol, este no llegó hasta los 89’ gracias a Quique González, quien selló el 2-2 que, como una moraleja, recuerda a los valencianos que no hay que confiarse hasta que el árbitro indique el final.
Con este resultado, el Levante sigue invicto y líder de la Liga 1|2|3, mientras que los andaluces aún merodean por la zona de descenso. La próxima prueba de Muñiz es a las 20.00 hrs del próximo sábado en el Ciutat de Valencia. ¿El rival? El Mallorca, que ayer ganó 3-0 al Huesca.