Ya no es suficiente con los abusos al personal voluntario del club, las malas maniobras en los mercados de fichajes y los malos resultados deportivos. Ahora Peter Lim tendrá que responder ante la justicia.
Esta semana fue admitida para trámite la denuncia de Marea Valencianista, en nombre de Miguel Zorío, quien acusa que el empresario de Singapur amplió el capital en 2015, cuando en realidad el dinero provenía de un préstamo de 100 millones de euros al club.
El demandante afirmó en su momento que algunos de los jugadores obtenidos no costaban el precio que se había pagado, con el agente Jorge Mendes como implicado en esas transacciones oscuras que no han terminado de entenderse.
Peter Lim y Meriton no son del gusto ni de la afición ni de los ídolos del valencianismo, como Ayala y Kempes, ni siquiera de algunos que han trabajado desinteresadamente en Mestalla, quienes han recibido un trato desconsiderado por la administración. Y el juzgado tampoco está muy de acuerdo con él, ya que ha considerado las razones de Zorío.
Según han informado algunos medios, Marea Valencianista califica de “delitos” las acciones de Lim cuando buscó más presencia en las acciones del Valencia en 2015, incumpliendo así el artículo 301 de la Ley de Sociedades de Capital; una de las ampliaciones de capital que se hizo no era necesaria.
A partir del mencionado artículo de la ley, de aquel capital mediante compensación de créditos, al menos una cuarta parte de estos deben ser líquidos, vencidos y exigibles. Además, con un vencimiento que no podrá superar los cinco años. Específicamente ahí está el problema.
Está por verse si la justicia favorece a Miguel Zorío y Lim. Lo cierto es que el dueño del Valencia gana enemigos cada día.