Si el Valencia hubiera tenido un mejor desempeño en las dos primeras jornadas de Liga, y considerando además los fichajes de calidad, este partido contra el Betis no sería decisivo. Pero lo es, porque el equipo che nuevamente cayó en casa mereciendo otro resultado. Ahora contra un equipo que no se llevaba un triunfo a Sevilla hace treinta años.
El Betis llegó a buscar el partido con el conocimiento de que los locales están en uno de sus peores momentos. Con Alves en la portería y Medrán en el banquillo, en los diez primeros minutos hubo peligro en las dos porterías. Los nuevos, sobre todo Mangala, se veían confiados y cómodos en cancha, al tiempo que Mario Suárez, en cambio, funcionaba con muchas imprecisiones.
El duelo empezó a enfriarse a los 20 minutos, con menos vértigo en la portería de Adán. Sin embargo, cuando solo era esperable que la primera parte terminara 0-0, Rubén Castro abrió el marcador a los 37’ con un tiro bien colocado al lado derecho de la portería. Aparecía la desazón.
El segundo tiempo fue más acelerado que el primero, con la necesidad de un Valencia menos ansioso que necesitaba remontar el marcador para no exponerse a fantasmas insistentes. Así, entró Medrán por Suárez a poner orden en el mediocampo, un cambio que sirvió hasta que a los 50’ Enzo Pérez botó a Durmisi para ganarse una roja directa que dejó a su equipo con 10.
Solo tres minutos después, Joaquín, de pasado valencianista, hizo el 0-2 que enmudeció a Mestalla y derrumbó a los jugadores che. Después de esto el Betis empezó a combinar mejor, con la seguridad del marcador y la superioridad numérica sobre sus espaldas. Mientras, Nani era derrumbado una y otra vez y el árbitro no quería sacar tarjeta.
De manera que a los 63’ Ayestarán decidió sacar a Santi Mina para hacer debutar a Munir, quien inmediatamente dio con un tiro en el travesaño. Esto sería el inicio de otro partido, porque desde ese momento las cosas cambiaron: los blanquinegros empezaron a ganar terreno y lograron el 1-2 gracias a Rodrigo a los 75’, quien celebró furioso.
Los últimos veinte minutos fueron una seguidilla de infartos. Cada vez que el nuevo 9 del Valencia la tocaba se producía peligro. Parejo, quien heredó la jineta después de la expulsión de Enzo Pérez, también hacía un esfuerzo tremendo por impulsar al equipo a pesar del calor asfixiante. Así fue que Garay obtuvo el 2-2 luego de uno de estos sucesivos ataques.
El empate provisorio fue una pequeña llama de esperanza que empujó al Valencia a llevarse el partido; el equipo y sus nuevas incorporaciones brillaban y eran ovacionadas por el estadio. Pero esa pequeña llama fue apagada por un balde de agua fría con nombre y apellido: Rubén Castro, que apareció en los descuentos gracias a un centro de Piccini para provocar una tristeza fulminante en el Mestalla.
El 2-3 fue el símbolo de un final impensado después de la reacción che. Una derrota frustrante para el valencianismo en un partido protagonizado por un equipo valiente que enfrentó al calor (Gayà tuvo que salir tras un mareo) y al Betis con diez jugadores.
El fútbol puede ser injusto. Y hasta cruel.
-
Detalle
Valencia CF: Diego Alves,Cancelo, Mangala, Garay, Gayà (Montoya, m. 45), Enzo Pérez,Mario Suárez (Medrán, m. 46), Dani Parejo, Santi Mina (Munir, m. 63), Nani y Rodrigo.
Betis:Adán, Durmisi, Pezzella, Mandi, Piccini, Fabián Ruiz (Gutiérrez, m. 20), Brasanac, Petros, Álex Alegría (Cejudo, m. 81), Joaquín (Musonda, m. 67) y Rubén Castro.
Goles: 0-1. M. 37: Rubén Castro. 0-2. M. 53: Joaquín. 1-2. M. 75: Rodrigo. 2-2. M. 78: Garay. 2-3. M. 92: Rubén Castro
Árbitro: González González (comité castellano leonés). Mostró tarjeta amarilla a Nani del Valencia CF, y a Brasanac, Piccini, Petros, Musonda del Betis. Expulsó a Enzo Pérez con roja directa en el minuto 50.
Incidencias: Tercera jornada de LaLiga Santander, disputado en la tarde del domingo a las 16 horas. Buen público en Mestalla. Se guardó un minuto de silencio por Aaron Vidal, soldado valenciano muerto en Irak. La gimnasta valenciana y valencianista Elena López, medalla de plata en los JJOO de Río de Janeiro, realizó el saque de honor. La Agrupació Musical Los Silos de Burjassot amenizó la llegada del Valencia CF y el descanso.