Si bien el tiempo que vive el Valencia no es de excelencia, las cosas han cambiado. Peter Lim ha logrado sentirse más tranquilo sin poner ni un solo pie en Valencia. Con las Fallas recibiendo a tantos...
¿Por qué? Los resultados son mejores. Desde la partida de Prandelli y Suso, Voro y Alexanko, ambos confirmados en sus puestos directos del interinato, han enmendado el vuelo de los murciélagos. Uno comandándolos y entregándoles confianza; el otro con buen olfato para traer compañeros como Zaza y Orellana, adecuados ya al valencianismo.
En el último partido contra el Leganés en Mestalla no hubo una manifestación tan potente como en otras ocasiones. Se pide la salida de Damià, pero eso es más un asunto de una parte de la grada.
Así y todo, después del 1-0 contra los pepineros, la fracción que anima entonó el ya clásico "Kempes sí, Peter no", como si fuera un recordatorio. Así, más allá de los resultados, el de Singapur aún no puede estar tranquilo. Salvo ya ha criticado su gestión en algunos medios y el equipo sigue siendo suyo.
El disgusto contra Lim desaparece cuando el Valencia juega bien, pero eso no quiere decir que aún existen muchos valencianistas dispuestos a recuperar su club ahora y para la posteridad.