La demanda de finalización del Corredor Mediterráneo es ya histórica. Muchos partidos reclaman su construcción, hay una plataforma que pide avances y también hay mucha gente a la que 'le suena' el tema, pero desconocen por qué es sólo algo de lo que se habla y no una realidad desde hace años. Los motivos sospechosos de que no llegue tienen de económicos, pero también mucho de políticos.
El pasado domingo Toni Cantó, junto a Albert Rivera, se presentó como candidato de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat. Durante el acto Rivera aseguró que si su partido llega al gobierno "impulsará y acabará" el Corredor Mediterraneo "para que València, Murcia y Andalucía tengan lo que se merecen". Parece olvidar que uno de los principales motivos de esta vía ferroviaria en España es, precisamente, la unión también de València con Barcelona y de esta con Europa.
A finales de 2018 Ribó reivindicó la necesidad del Corredor para "no perder el tren de la sostenibilidad". Para él, esta infraestructura es un "evidente" catalizador de la relación entre las grandes ciudades, como Granada, València y Barcelona.
Los objetivos del Corredor Mediterráneo son conocidos: reducir los tiempos de viaje entre las principales ciudades mediterráneas de España y, además, afianzar una gran línea comercial ferroviaria con Europa. Es un proyecto que va más allá de las fronteras del Estado.
La historia del Corredor se remonta a 2003, cuando la comisaria europea Loyola del Palacio, encargada de 'dibujar' las nuevas redes ferroviarias que nos unirían con europa, dejó fuera la unión de Levante y Costa Brava. Se argumentó entonces una supuesta "rivalidad" entre Valencia y Barcelona en cuestiones comerciales.
El coste centralista
Según Josep Vicent Boira, está claro que "la política se puso en medio del Corredor" porque, si no, "no se entiende que no esté hecho ya". Boira está al frente del Comisionado para el Corredor Mediterráneo, que se encarga desde hace 6 meses de revisar, promover y coordinar la construcción de esta vía ferroviaria en la vertiende mediterránea de España.Entre los varios motivos sospechosos de los retrasos están los políticos que, ahora, pueden tomar actualidad de nuevo. Boira recuerda cómo el Corredor Mediterráneo no toma forma hasta "bastante tarde", en 2011, porque antes se hacía política contraria. "En un determinado momento, como detalla Aznar en sus memorias, el objetivo principal era unir València con Madrid. Dio órdenes específicas al Ministerio de Fomento de entonces para acelerar los trabajos", recuerda Boira. Repasa, también, cómo los primeros mapas de la vía transeuropea de mercancías, "quizás por influencia" de España, unían Madrid con Zaragoza y Barcelona. Así, por un lado Madrid se incentiva la conexión con València y por otro con Barcelona, pero no entre ellas. Una visión radial con "el famoso Km. 0" en el centro. "Las infraestructuras en España tienen un problema; nunca se ha pensado en red, siempre de forma radial", asevera.
El viaje entre València y Barcelona pasaría de 3:45h a 2:25h. Entre Barcelona y Alacant de 5:20h a 3h. Entre Alacant y València menos de una hora. La capital del sur valenciana, e incluso Algeciras, estarían conectadas con la red transeuropea de 3.500 km, donde se concentran el 54% de los habitantes de la Unión.
Los últimos Presupuestos Generales del Estado, no aprobados, significan nuevos retrasos para la construcción del entramado. La fecha para tener la infraestructura completa es, supuestamente, 2030. "Creo que estará en 2030. Ahora tenemos un viento a favor con Fomento, Adif, empresarios...", cuenta. Sin embargo, ve con preocupación con el tema catalán. Le preocupa que "una actitud de bloqueo en la próxima legislatura" pueda afectar al Corredor Mediterráneo. "Hago un llamamiento a una posición constructiva con el tema. Repercute en el futuro de Cataluña, España y en el de todas las otras Comunidades Autónomas por las que pasa el Corredor", concluye.