Son muchas las ciudades europeas que, de julio a octubre, organizan actividades para conmemorar el Día de la Cooperación Europea (21 de septiembre), y Valencia tampoco podía quedarse atrás. Bajo el lema ‘Música del Mediterráneo, un mar de culturas’, el Auditorio del IVAM será el escenario – este jueves 19 de septiembre a las 19:00 horas – de un concierto gratuito que transportará al espectador a las raíces de la región mediterránea. Un viaje por las culturas y tradiciones de países como Francia, Macedonia, Croacia o Italia que será posible gracias a las voces de InCantus, uno de los poco coros exclusivamente femeninos de la ciudad de Valencia.
Nacido en 2022, InCantus ya ha sido la voz de grandes eventos que se han celebrado en la capital del Turia. Prueba de su éxito es que siempre consiguen colgar el cartel de ‘sold out’ en todos sus conciertos. Y es que su estilo ecléctico, su versatilidad y las pequeñas coreografías que incorporan a algunas de las piezas, junto con la reconocida experiencia vocal de todas sus integrantes crean el maridaje perfecto para que este coro de cámara cien por cien femenino ya se haya convertido en todo un referente en la ciudad.
Como cuenta su fundadora, Irene Catalá, “este proyecto nace de un deseo personal por formar un coro femenino, con experiencia y formación vocal, para ofrecer algo distinto al panorama musical valenciano. Iniciamos el camino a principios de 2020, pero la pandemia paralizó todo el proceso”. Finalmente, fue en septiembre de 2022 cuando InCantus nació por segunda vez, con nuevas incorporaciones y bajo la dirección de la soprano y flautista Empar Llàcer.
“Cuando me ofrecieron dirigir este coro no me lo pensé dos veces. Primero, por el nivel técnico de sus integrantes, pero también porque hay un repertorio fabuloso, a veces desconocido, pensado para voces blancas que no se pueden interpretar con un coro mixto y que requiere de una técnica muy elevada para poder defenderlo”, detallaba Llàcer en una entrevista a València Extra.
En definitiva, un tándem único que ha hecho que InCantus hayan sido las elegidas para poner voz al concierto por el Día de la Cooperación Europea que contará, además, con la presencia de Eros Recio, ganador del Premio Carlomagno de la Juventud 2021 del Parlamento Europeo.
Un mar de culturas
El Mediterráneo ha sido y es sinónimo de convivencia y, sin duda, la cultura “es la herramienta más poderosa para hacer de este mar un puente de unión”. Bajo esta premisa, InCantus ofrecerá este jueves un concierto que navegará por el canto de esperanza de ‘Per donar llum’ de Pau de Luís, que estará presente en el acto; pasando por la música sefardí de los judíos españoles expulsados en tiempos de los Reyes Católicos o la vida cotidiana de la ciudad macedonia de Struga.
En este concierto de poco más de una hora de duración, también habrá espacio para descubrir las celebraciones más tradicionales y festivas de Croacia, Córcega u Oriente Medio; sin olvidar el lado más oscuro del Mediterráneo: aquellos que se ven obligados a huir de su tierra natal con la esperanza de encontrar una vida mejor. Todo ellos estarán reflejados en ‘La mia stella’.
Un concierto para sentir, emocionarse y disfrutar que, además, contará con acompañamiento instrumental. Como explica la directora Empar Llàcer, “siempre contamos con nuestra maravillosa pianista, María Amparo Morell, pero en esta ocasión, hemos incorporado, además, la percusión, uno de los elementos más empleados en la tradición musical popular, y en algunas piezas, también contaremos con el violín al ser un instrumento utilizado popularmente en muchos países del este europeo”.
Uniendo fuerzas
La oficina europea Interact, con sede en Valencia, e Interreg Next Med, que financia numerosos proyectos de cooperación entre regiones europeas para afrontar desafíos tan importantes como la inclusión social, la migración o la adaptación al cambio climático han sido los precursores de este concierto que se celebrará el próximo 19 de septiembre en el IVAM. El objetivo, como señalan, no es otro que “recordar a la ciudadanía que muchas cosas buenas suceden cuando unimos fuerzas”.
“En ediciones anteriores, la gente ha cantado junta, ha comido o ha hecho actividades deportivas junta, pero este año, queríamos celebrar la pluralidad y la riqueza cultural de la región mediterránea, y qué mejor que hacerlo con InCantus que ofrece un repertorio que transporta al oyente de Oriente a Occidente a través del diálogo intercultural y del patrimonio en común compartido”, apuntan desde la organización.
Para la fundadora de este coro de cámara femenino, Irene Catalá, “haber sido el grupo escogido este año supone un enorme reconocimiento a nuestro trabajo, esfuerzo y dedicación por la música y, a su vez, una inmensa alegría e ilusión de darnos la oportunidad de poder participar en este evento tan significativo y mostrar al público un proyecto que hemos elaborado ex profeso para este acto”.
Un trabajo que, como reconocen tanto Irene como Empar, ha sido laborioso. “Encontrar obras de países más alejados de la tradición europea occidental ha sido complicado, ya que, en muchas ocasiones, este tipo de música popular es de tradición oral y no está transcrita a partitura. Esto ha hecho que hayamos tenido que descartar piezas que, por ejemplo, no estaban adaptadas al alfabeto latino”.
Por poner algunos ejemplos, “para la obra corsa nos pusimos en contacto con un especialista del país para que nos enviara alguna obra propia de su tradición musical; en el caso de la partitura croata, la conseguimos tras un exhaustivo trabajo en redes que nos llevó a poder contactar con un coro de mujeres croatas que la cantaban, pero la recibimos con una porción de música sin transcribir musicalmente. Fue Patricia Pérez, una compañera del coro, la que realizó el minucioso trabajo de realizar esta transcripción. Por supuesto, más sencillo resultó contactar con Jesús Debón quien muy amablemente nos facilitó su arreglo de Mediterráneo de J. M. Serrat. A todo esto hay que sumar el hecho de que no siempre se pueden adaptar las obras de coro mixto o masculino a coro femenino”.
Y a todo este arduo trabajo, se añade, además, que “hemos tenido que transcribirlas fonéticamente mediante la escucha de la melodía para aprender la pronunciación de las palabras”.
Aun así, tanto Irene Catalá como Empar Llàcer están convencidas de que el esfuerzo ha merecido la pena. “Ha sido un proyecto que hemos tenido que preparar a contrarreloj, pero ha sido muy enriquecedor. Hemos descubierto piezas maravillosas que incorporaremos a nuestro repertorio para futuros conciertos”.