La dramaturga castellonense Àfrica Hurtado se ha alzado con el Premio de Teatro Infantil Escalante 2020 por su obra Abril en casa, una historia de amistad epistolar entre dos niñas ambientada y forjada durante el confinamiento.
Como señala la diputada provincial de Teatros, Glòria Tello, "el galardón, que busca fomentar la creación y divulgación de la literatura dramática en valenciano para público infantil, se consolida en su quinta edición como uno de los premios más destacados en su especialidad y reafirma el éxito de su convocatoria, a la que este año han concurrido 12 obras, el mayor número de candidaturas presentadas desde su creación".
El Premio de Teatro Infantil Escalante, dependiente de la Diputació de València, está dotado con 5.000 euros y la publicación del texto ganador por la editorial Bromera. El jurado de esta edición, compuesto por Adrià Novella, Berta Esparza, Ramón Roselló, Gabriel Ochoa y Sònia Alejo, acordó por mayoría de votos conceder el galardón a Abril en casa, "un texto cuidadoso, sencillo y emotivo sobre la realidad de la pandemia para niñas y niños, y sus consecuencias. La amistad, los conflictos familiares o la rutina creativa de una niña son los temas tratados con un delicadeza muy expresiva y llena de emotividad".
Escribir en tiempos de pandemia
Para Àfrica Hurtado (Castellón 1983) recibir este galardón ha sido toda una sorpresa: "El del Escalante es un premio muy importante y necesario ya que no hay muchos reconocimientos que apoyen la dramaturgia infantil. Además, no era la primera vez que me presentaba, así que cuando me llamaron para comunicármelo me dio mucha alegría porque no me lo esperaba".La idea de Abril en casa es fruto de la obligación de permanecer en casa durante los meses incipientes de la pandemia: "Tenía curiosidad por saber cómo sería la percepción de los niños y niñas sobre lo que estaba ocurriendo, cuál sería su rutina sin ir al colegio ni al parque, ni ver o jugar con los amigos y estar todo el día en casa". El propio título de la obra nos presenta a su protagonista y su contexto temporal: "Abril es el nombre de una niña de 8 años que se ve obligada a estar encerrada en casa durante todo el mes de abril". Un día que está aburrida mirando por la ventana de la cocina, adelanta Hurtado, "se da cuenta de que una nueva familia se ha mudado al piso de enfrente y que uno de sus miembros es una niña de su misma edad, a la que decidirá escribirle una carta con la que se iniciará una amistad".
Aunque la historia es ficticia, su autora, madre de Teo, un niño de 4 años, desvela que el tema de la correspondencia y "la ilusión, casi obsesión" por ésta, está basada en la realidad: "Hace un año descubrimos una araña en el techo del salón a la que bautizamos Matilda. Cuando pintamos la casa, tuvimos que dejarla en un árbol y empezamos a escribirle a Teo cartas firmadas por ella explicándole que estaba dando la vuelta al mundo". Un ritual que en el confinamiento se convirtió en algo primordial para el pequeño, siempre pendiente del correo, y cuyo "entusiasmo" por descubrir las nuevas gestas de su amiga sirvió de germen a su madre para escribir Abril en casa.
Una historia de amistad forjada a través del hilo azul de la escritura entre dos niñas que no se conocen de nada pero que comparten la misma incertidumbre sobre la situación que les rodea, la necesidad de dar rienda suelta a su creatividad y las ganas de comunicarse. Una obra de plena actualidad por su temática y en la que el humor se convierte en un personaje más que transita por cada una de las escenas para ahuyentar la pesadilla cotidiana de aquellos días.
África Hurtado es autora de diversas obras como La memoria de los chimpancés; París; Elegiste tener perro; Mientras ellos todavía respiraban aire puro; o A la de tres.