La conselleria de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana ha premiado a El Cresol de Patraix y a La Repartidora de Benimaclet como mejores librerías del año 2022. El área de Raquel Tamarit le ha otorgado el premio en la categoría de librería más innovadora a La Repartidora mientras que el galardón a la que más trayectoria ha sido para El Cresol.
Los responsables de los dos comercios, Mar Català y Dario Riccobono por parte de la Repartidora y Nacho Larraz por El Cresol, han realizado declaraciones en exclusiva para ValènciaExtra tras haber obtenido este reconocimiento honorífico. Desde ambas tiendas han mostrado su orgullo y felicidad por haber sido premiadas a pesar de no haber notado una mayor afluencia de público. No obstante, Nacho Larraz opina que “el hecho de que los clientes habituales te feliciten es muy importante porque son quienes mantienen este negocio”. Por su parte, desde La Repartidora agradecen a la persona anónima que presentó su candidatura a la Generalitat porque ninguno de los responsables del negocio lo hizo.
“Tejer una red de sinergias con y en la comunidad”
Ambas librerías gozan de proyectos que las alejan de ser comercios de compraventa de libros al uso. Y es cierto. “La Repartidora, que tiene un perfil político muy marcado, alberga una comunidad de 250 personas socias que apoyan económicamente el proyecto y participan dentro de él”, manifiesta Mar Català. Por su parte, El Cresol lleva más de cuatro décadas “de trabajo de prospección de lecturas y actividades para movilizar lectores de todas las edades”, comenta Nacho Larraz.“(Las librerías) Somos el producto de la comunidad en la que vivimos”, sentencia Dario Riccobono.
El recinto situado en el barrio de Benimaclet cuenta con un espacio de co-working con una organización horizontal y un boletín de actividades propio. Además, dentro del espacio crítico que representa La Repartidora tienen cabida asociaciones, colectivos y organizaciones de valores afines al feminismo, la igualdad racial, el ecologismo, el antifascismo o el anticapitalismo. Algunas de ellas son Directa, Per l’Horta, Mundubat, el Comité Territorial de la Iniciativa Legislativa Popular o Cuidem Benimaclet. Dario Riccobono explica la curiosa anécdota de como mediante una campaña de recaudación de fondos para habilitar una sala de encuentro, La Repartidora consiguió 32.000 euros en tan solo un mes. La librería cuenta con una iniciativa de venta "ropa ética" elaborada por parte de proveedores de proximidad, fabricadas con material ecológico y con condiciones laborales dignas.
El comercio familiar situado en Patraix lleva tiempo apostando por “el nuevo escaparate de la prescripción de libros” como son las redes sociales donde su número de seguidores ha aumentado significativamente. Nacho Larraz argumenta su gran apuesta personal llevada a cabo en el año 2020: triplicar el espacio de venta. “Además de tener más espacio, triplicamos la oferta de libros para darles más salida y ganar en competitividad”, concluye el responsable de El Cresol. La librería realiza actividades mensuales de cuentacuentos en valenciano e inglés así como talleres para todos los públicos desde el infantil al juvenil en las cuales la lectura es la principal protagonista.
Defensa del valenciano
El Cresol y La Repartidora coinciden en una visión de la realidad donde la lengua valenciana está en un contexto de minorización, en palabras del propietario de El Cresol: “El hecho de tener una mayor oferta en valenciano no debería ser una excepción sino la tónica habitual en cada librería”. Los representantes de La Repartidora por su parte sostienen que la defensa de la lengua “es muy importante a nivel político por ello hay que darle valor”. Bajo esta premisa y “con la voluntad de que hubiera más ensayos políticos de izquierdas escritos en catalán”, tal y como señala Mar Català, surgió Caliu Espai Editorial.
“Imbatibles en el factor humano”
Nacho Larraz, preguntado por los factores que diferencian a su comercio de grandes plataformas como Amazon, subraya el factor de la prospección de lecturas dentro del factor humano de los propios libreros: “Somos imbatibles en el factor humano”, y añade, “introducimos el factor sorpresa que va más allá de lo que ofrece una plataforma de venta como Amazon”. Para los trabajadores de La Repartidora, la librería desarrolla un papel de “bisagra y enlace” entre los movimientos sociales y el barrio, según Dario Riccobono mientras que Mar Català resalta el hecho de que “los colectivos representan la vanguardia de la acción transformadora y estos son apoyados desde la retaguardia por proyectos como La Repartidora”.