Los pueblos de València tienen ganas de teatro, de danza y de artes vivas. Y poco a poco la ciudadanía también muestra interés por tomar partida. Russafa Escènica ya ha presentado la IV edición de Via Escènica, un proyecto que trata de impulsar a compañías emergentes que formarán parte de la programación del festival a partir de septiembre con sus ‘Viveros’ y que tienen sus primeros contactos con el público en una red de municipios que va creciendo y fortaleciéndose.
Jerónimo Cornelles, director de Russafa Escènica-Festival de Tardor; Marta García, responsable de mediación del festival; y Yolanda Sifres, directora del Servei d’Assistència i Recursos Culturals (SARC) de la Diputació de València, han sido los encargados de presentar los diez proyectos seleccionados y las diez localidades que los acogen desde julio. Se trata de Alboraia, Aldaia, Almussafes, Alzira, Benifaió, Foios, Quart de Poblet y Rafelbunyol, a los que se suman, de manera independiente, Catarroja y Sollana.
“Poco a poco son más exigentes”
Marta García ha señalado que la misión de Via Escènica es “ofrecer a las compañías emergentes un lugar de residencia, compartir procesos y acompañarles, estar a su lado. Un objetivo que se ha ido cumpliendo desde 2021 y que también ha evolucionado, ya que cada vez hay más compañías emergentes e incluso consolidadas que quieren sumarse a esta iniciativa”.
Será a partir de julio cuando cada compañía se instale en su municipio anfitrión para comenzar una residencia de un mínimo de 15 días, que incluye al menos dos sesiones de mediación con los Grupos de Observación, uno de los elementos más diferenciadores de Via Escènica. Cada municipio invita a una serie de miembros de colectivos municipales (escuelas de enseñanzas artísticas, asociaciones…) para asistir a las sesiones y conocer a los artistas, sus procesos de trabajo y cómo evolucionan las piezas.
Pero además, una selección de cinco miembros de cada municipio acudirá a Russafa Escènica - Festival de Tardor para ver el resto de las piezas integradas en el programa y podrá escoger dos más, que se exhibirán en su localidad entre enero y julio de 2025. “De esta forma, involucramos a la ciudadanía en la gestión cultural y damos más oportunidades de representación a las compañías, además de esta residencia y puesta en escena en el propio festival”, en palabras de García.
“Poco a poco también hay una evolución en la selección de las propuestas por parte de los Grupos de Observación, son un poco más exigentes y tienen ganas de ver cosas diferentes”, como danza contemporánea o otros espectáculos performativos innovadores, ha añadido.
La mediadora también ha detallado que la apuesta por la descentralización de Russafa Escènica este año se refuerza: “Es un hito pasar a ser intermunicipal, ya que este año cuenta con el apoyo del SARC, lo que permite llegar mucho más a los municipios que antes”. En este sentido, Sifres ha valorado que “desde el SARC estamos encantados de ser parte de Via Escènica porque estamos trabajando en proyectos municipales desde hace 8 años, y llegamos a más de 100 municipios de la provincia de València, por lo que es muy importante el alcance que tenemos”.
Tras las residencias, en Russafa Escènica
Tras finalizar las residencias de Vía Escènica, los llamados ‘Viveros’, las piezas breves que son la seña de identidad de Russafa Escènica – Festival de Tardor, conservan su protagonismo en esta cita y extienden su espacio de exhibición a toda la provincia.
“Es un paso más en la dinamización de la escena emergente, que ha sido siempre nuestro objetivo primordial”, señala Cornelles, que asegura que este programa teje “una red de programación intermunicipal, donde los artistas emergentes pueden mostrar su talento fuera de la capital. Y llevamos a los espectadores de la periferia propuestas menos convencionales de las que suelen llegarles”.
Como propuestas de ‘artes vivas’, participan Equilibrium, de la Cía Delio Island, acogida en residencia creativa en Rafelbunyol; y V3.Globo, de Xplorateatro, acogida en Sollana. Como propuesta de danza contemporánea, la pieza Nova ona, de Cía Lucía Jaén y Paula Peña, hará su estancia en Foios; y la propuesta entre danza contemporánea y texto, Agua con sal y otras desdichas, de la Cía Alba Navarro y Noelia Sánchez Gómez, disfrutará de su residencia en Almussafes.
Se suman a la programación dos propuestas de autoficción en clave de humor: Yomiméconmigo o Ho’ponopono, de la Cía Adrián Camacho, que acoge Quart de Poblet; y Sequía, de Cía Hacebuenohoy, acogida en Alzira. Una comedia romántica, Fino qui, de Cía Nokaut Teatro, tendrá su residencia en Aldaia; y Ara que estic a punt d’estar més trist que mai, un texto centrado en la búsqueda de la identidad, de la Cía La Constante, residirá en el TAC de Catarroja.
Para finalizar, la heterogeneidad de las propuestas de los ‘Vivers’ se completa con dos piezas que se centran en el trabajo con objetos: Fast and Furius, de la Cía Maria de Lapera, con estancia en Alboraia; y Objetuario, de la Cía Ana Ulloa, que residirá en Benifaió.
“Son una muestra muy potente de lo diversa que es la escena emergente valenciana, con un músculo creativo fuerte y mucha valentía a la hora de acercarse a temas como la realidad biológica del cuerpo, la comunidad queer, la soltería, la IA, los orígenes o la memoria compartida”, ha explicado el director artístico.