Las ballenas no pueden captar la pigmentación natural. En otras palabras, los grandes cetáceos marinos ven en blanco y negro. Sin embargo, estos mamíferos acuáticos tienen muy desarrolladas las células de la retina con las que detectan la intensidad de la luz y, gracias a ello, juegan un papel crucial en su supervivencia para navegar por los vastos océanos. La investigación sobre este tema centra la exposición “El Ojo de la Ballena”, que desde el viernes 22 de marzo se puede visitar en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia.
Esta muestra temporal de fotografía científica, que permanecerá abierta hasta el próximo 30 de septiembre, es el resultado de una investigación realizada por la investigadora Elena Vecino y su equipo sobre las células de la retina de un ejemplar de 18 metros de longitud y 20 toneladas de peso, que quedó varado junto a la orilla de la playa de Atxabiribil, en Sopelana (Vizcaya), en el año 2019. Así, la exposición recoge las conclusiones del cuidadoso trabajo científico y permite comprender cómo es el funcionamiento de la visión de estos grandes cetáceos.
El conjunto de las fotografías que componen la muestra irán acompañadas de un amplio catálogo de explicaciones y códigos QR que permitan explicar a los visitantes los diferentes procesos de la investigación. La técnica utilizada para la obtención de estas imágenes es la microscopía electrónica, que las convierte en verdaderas obras de arte que capturan la esencia de la visión de las ballenas y permiten observar con detalle las partes minúsculas del ojo. De hecho, en 2023 una de las fotografías, la neurona gigante de ballena, fue seleccionada en el concurso Fotociencia de la FECYT.
Divulgación audiovisual y accesible
Además de las fotografías, la exposición incluye dos proyecciones: “Elena y la Ballena” y “Cómo ven las ballenas”. La primera es una animación que explica todo el proceso de investigación dirigido por la doctora Elena Vecino; la segunda divulga los resultados para comprender el funcionamiento de la visión de las ballenas. Adentrarse en “El Ojo de la Ballena” no supone tan solo descubrir cómo ven los océanos estos grandes cetáceos, sino también una espacio para la reflexión y concienciación sobre la fragilidad de nuestros ecosistemas marinos.
Por su parte, desde el Museo de Ciencias Naturales han explicado que la muestra se ha planteado también como una oportunidad de sensibilización sobre la diversidad funcional, y por eso han adaptado sus contenidos para que sean accesibles para las personas con discapacidad visual. En este sentido, las fotografías han sido texturizadas, los textos se han sobrescrito en braille y se han incluido códigos QR que permite el acceso a la audioguía. Además, en las salas se ha instalado una cinta podotáctil que guía el recorrido de la visita.
El esqueleto de la ballena varada en El Perellonet
Otro de los grandes atractivos de la exposición “El Ojo de la Ballena”, es que los visitantes podrán contemplar también el esqueleto de una ballena que quedó varada en el playa de El Perellonet en el año 1998. Además de su importancia científica, esta estructura ósea es una nueva evidencia que ejemplifica los varamientos que sufren estos cetáceos y su creciente incidencia en los últimos años a lo largo de los 6.500 km de costa. Una situación que pone de manifiesto, han subrayado los organizadores de la exposición, “la necesidad de cuidar y proteger nuestros mares y costas”.