¿Por qué asociamos las herraduras y los tréboles a la buena suerte? ¿Desde cuándo las copas simbolizan el triunfo? ¿Por qué la serpiente puede representar tanto al mal como a la curación? A lo largo de la historia, el ser humano no ha dejado de otorgar diferentes significados a objetos cotidianos para crear símbolos conocidos en todo el mundo, mismos que han ido evolucionando desde las pinturas rupestres hasta los actuales grafitis. La mayoría de esos símbolos se remontan a los tiempos antiguos y, en ocasiones, es difícil encontrar los motivos por los que ciertos objetos pasaron a indicar fortuna, peligro, éxito, paz o muerte. Sin embargo, muchos de ellos están completamente arraigados a la cultura popular y, en la era de los emoticonos y el lenguaje simbólico, siguen más vigentes que nunca.
Símbolos de la suerte
Las creencias ancestrales han generado numerosos símbolos, lo que ha propiciado que existan muchas maneras de representar la buena o la mala suerte. La herradura es uno de los múltiples símbolos de la buena fortuna y su origen está en la leyenda de Dunstán. Según cuenta la historia, el monje inglés, abad de Glastonbury y arzobispo de Canterbury durante el siglo X, era ducho en el trabajo del hierro y el mismo Diablo le pidió que herrase sus pezuñas. Dunstán así lo hizo, pero le clavó las herraduras de tal modo que provocasen un dolor insoportable y el Diablo exigió que se las quitara. El clérigo aceptó, pero con la condición de que a partir de entonces se alejaría de cualquier hogar en el que colgara una herradura sobre la puerta Resulta llamativo que, de acuerdo con información de Betway Casino, el símbolo de la herradura estuviera presente en una de las primeras máquinas traga-monedas de la que se tiene constancia, creada por Charles August Fey a finales del siglo XIX. De hecho, las traga-monedas están llenas de símbolos asociados a la buena suerte, como también es el caso del número siete. De hecho, la relación del siete con la mística y lo divino existe desde hace años, cómo se ha visto en escritos del propio Hipócrates (460 A.C.- 365 A.C), quien se dio cuenta de que dicho número estaba presente en demasiados fenómenos como para ser casualidad.
El trébol de cuatro hojas también se asocia con la buena suerte, aunque la tradición no es tan antigua como pueda parecer. De hecho, la primera referencia escrita data de la segunda mitad del siglo XIX, concretamente de una carta que escribió una niña a la revista infantil St. Nicholas en 1877, en la que preguntaba: “¿Alguna vez las hadas te han susurrado al oído que el trébol de cuatro hojas le da suerte a quien lo encuentra?”.
La copa como imagen del triunfo
¿Te has preguntado alguna vez por qué el objetivo vital de la mayoría de deportistas, desde los más jóvenes hasta las grandes estrellas, es alzar una copa? El origen de la relación entre la victoria y la copa no está del todo clara, aunque ya en la antigua Grecia, además de las clásicas coronas de laurel, se otorgaban ánforas rellenas de aceite elaborado con los olivos sagrados de Atenea. Al fin y al cabo, las copas y los cálices como el Got dels Guerrers de Llíria han sido elementos muy comunes en casi todas las civilizaciones y han estado presentes en los ritos religiosos desde la prehistoria, lo que les ha concedido ese halo de divinidad. No obstante, el primer trofeo de plata en forma de copa con dos asas del que se tiene constancia es la Kyp Cup de 1699, concedida al ganador de una carrera de caballos en Nueva Inglaterra.
La serpiente, un símbolo con distintos significados
La serpiente ha estado presente en la simbología de prácticamente todas las culturas y civilizaciones, aunque con significados muy diferentes. La tradición cristiana ha asociado a este reptil con el mal, ya que fue una serpiente la que tentó a Eva para probar la fruta prohibida y cometer el pecado original. Sin embargo, la serpiente también aparece como símbolo farmacéutico gracias a la mitología griega, ya que Higía, diosa de la sanidad y la limpieza (de ahí procede la palabra “higiene”), estuvo asociada a las serpientes por el uso que de ellas se hacían en la preparación de brebajes y medicinas en la antigüedad. Hoy en día incluso podemos ver como el logotipo de muchas farmacias o centros de atención médica incluyen la copa de Higa, una copa con una serpiente enredada en ella. Además, la muda de la piel en las serpientes y su capacidad para regenerarse también las asoció desde tiempos del antiguo Egipto con la eternidad, lo cíclico y la reencarnación.