El MuVIM rinde un merecido homenaje al artista valenciano Manuel Tolsá a través de las fotografías de Joaquín Bérchez. El museo dependiente del área de Cultura de la Diputació de València acoge en sus salas la exposición Manuel Tolsá desde la mirada fotográfica de Joaquín Bérchez, que permanecerá abierta al público del 3 de febrero al 10 de abril.
Esta exposición brinda una particular experiencia visual en torno a las obras más significativas de Manuel Tolsá, como la colosal estatua ecuestre –el caballito– de Carlos IV, los palacios de Minería y de Buenavista y la renovación de la imagen externa de la catedral metropolitana –estas cuatro en Ciudad de México– y el Hospicio Cabañas en Guadalajara (México).
En ella desfilan, de la mano de la fotografía, peculiares ambientes clásicos con rutilantes fragmentos de estucos y molduras, órdenes arquitectónicos sorprendidos en densos silencios del muro, fachadas y cúpulas escenificadas en el México actual, patios y escaleras capturados en un transeúnte detenimiento por momentos casi glacial o letárgico… aspectos todos que, una vez más, testimonian la excepcional personalidad artística del escultor y arquitecto valenciano.
Una muestra homenaje “al arquitecto enguerino Manuel Tolsá, a quien debemos algunas de las imágenes arquitectónicas de México que todos tenemos en la retina”, indica la diputada del MuVIM, Glòria Tello. Y es que a caballo entre los siglos XVIII y XIX, Tolsá es el gran protagonista de una urbe virreinal que se mira en el espejo cosmopolita de la Europa ilustrada y que aspira a engalanarse con monumentales paseos.
El MuVIM aúna con Manuel Tolsá desde la mirada fotográfica de Joaquín Bérchez dos nombres de referencia de la cultura valenciana, muy separados en la cronología, pero unidos por una vocación ilustrada que desafía el paso de las centurias.
“Una imbricación entre pasado y presente, de conexiones entre ramas de la creatividad artística, de homenajes a lo que se hizo cuando cambiaba el paradigma del mundo y se fraguaba nuestra modernidad”, destaca Rafael Company, director del MuVIM. En este sentido añade: “los visitantes de la exposición captarán –sin duda– que la cámara ha sido manejada por quien es
–a la vez– erudito, creador y admirador, y recordarán que en el MuVIM encontró todo su esplendor una arquitectura virreinal que sigue sorprendiendo después de tanto tiempo”.
Joaquín Bérchez
Fotógrafo e historiador de la arquitectura, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Valencia (1992-2010) y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, su actividad fotográfica brota unida a sus estudios histórico-artísticos.
Su obra fotográfica ha sido expuesta en numerosas ciudades españolas (Valencia, Alicante, Murcia, Salamanca, Madrid y Barcelona, entre otras) además de en diversas salas internaciones como el Queen Sofía Spanish Institute de Nueva York, el Museo Palladio de Vicenza, la Real Academia de España en Roma o el Museu Arte Popular de Lisboa.
“Joaquín Bérchez a través de su fotografía –ha escrito Italo Zannier– es capaz de emocionarse y transmitirnos, no sólo su emoción, sino también su juicio crítico”. Reveladora “autobiografía visual”, Zannier aclara cómo “la fotografía es también un test, un ensayo proyectivo, que revela mucho de su autor, que se deja ver inevitablemente en el resultado definido en imagen por su visión dinámica en el espacio”.
Juan Antonio Ramírez, por su parte, dijo: “lo que logra Bérchez no es que las arquitecturas que fotografía aparezcan más hermosas, sino algo mucho más interesante: evidenciar la existencia de valores plásticos o iconológicos que habían pasado inadvertidos”. “La cámara de Bérchez inventa y desoculta: lo que es bueno para el historiador lo es para el creador, y viceversa”, añade.
Manuel Tolsá
Manuel Tolsá (Enguera, 1757 – México, 1816). Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y más tarde en la de San Fernando de Madrid. Fue discípulo de José Puchol en escultura y de Ribelles, Gascó y Gilabert en arquitectura; escultor de cámara del rey, ministro de la Junta de Comercio, Moneda y Minas y académico de San Fernando. En 1790 fue nombrado director de la Academia de San Carlos de México, para trasladarse al Virreinato de Nueva España al año siguiente.