El Palau de la Música de València ya ha vuelto a llenar sus salas más emblemáticas con nuevas propuestas y seguirá haciéndolo durante esta temporada con conciertos de grandes solistas, diferentes lenguajes y una Orquestra de València como protagonista. Así lo desvela en esta entrevista su director, Vicente Llimerà, que acoge con buenas expectativas su segundo curso al frente del emblemático centro.
¿Cómo has diseñado esta temporada?
Es una temporada en la que queremos responder a lo que pide el público, que las grandes formaciones orquestales volviesen al Palau. Podría hablar de muchísimas cosas, pero sobre todo quiero destacar la temporada que le espera a la Orquesta de València, que vuelve por todo lo alto, con grandes programas sinfónicos y una gran expectación. De hecho, nada más anunciar los conciertos, ya se agotaron las entradas. Y en la mayoría de conciertos estamos con un 80% de entradas ya vendidas que luego se irán ampliando cuando se acerquen las fechas. Es la apuesta por un repertorio sinfónico muy importante que se suma a las grandes formaciones y solistas, muchas colaboraciones corales, una programación navideña fantástica, concierto de ballet, ciclo de órgano en diciembre, jazz, la Mostra, la actuación de la Sinfónica de Viena en su 125 aniversario…
En definitiva, está pensada para el gran público, de manera que consigamos afianzar ese público que el año pasado nos visitó. Desde el inicio hemos duplicado el número de venta de entradas, ingresos por taquilla… y luego cada concierto se va vendiendo conforme se acerca la fecha y esperamos que vaya muy bien, porque en la segunda parte de la temporada siempre mejora. Creo que ya ha mejorado por el nuevo marco regulador de precios y por el programa, pero también porque el público ha hecho suyo el lema ‘La teua Orquestra, el teu Palau’. Las propuestas son muy distintas, pero de eso se trata, de que el público diverso se acerque al Palau, que atraigamos a más público de los conciertos extraordinarios, que se sumen a nuestros abonados. Se trata de tener esta programación que fuese de interés para el melómano y para el público que siente curiosidad por acercarse al Palau de la música y a la música clásica en todas sus dimensiones.
En diversas ocasiones has reiterado que consideras necesario introducir nuevos géneros, ¿por qué?
Es importante. En los conciertos que hemos hecho ya han funcionado muy bien, y en las propuestas que tenemos al margen de nuestra temporada. Al final de la temporada tendremos otros proyectos interesantes con jazz, pop… que normalmente funcionan muy bien, sobre todo en etapa más estival, cuando están las grandes giras de grandes artistas. Este año tuvimos a Victor Manuel con una sala más que llena, y debemos seguir en ello. También, nuestra orquesta estará tocando con grandes solistas y eso hace que venga más público al Palau, acoger a quienes vienen por primera vez y que al verlo vengan a otros conciertos, se interesen por el resto de la programación, por eso hemos diseñado la temporada pensando en que el público se aficione.
Es decir, ¿lo más difícil es esa primera vez del público en el Palau y no tanto que repitan experiencia?
Claro. El Palau parece que se ve de forma más seria desde fuera, pero el pop, el jazz, los cantantes y solistas que vienen… cambian la situación. Se dan cuenta de que es una catedral de la música, un lujo y más si comparten escenario con la Orquesta. El público joven y de una generación como la mía se encuentran en la sala y repiten cuando vienen.
Además de la programación propia, el Palau acoge otras iniciativas musicales a lo largo del curso. ¿Qué tienen que tener para llegar al centro y que se complementen?
Tenemos proyectos que nos interesan porque tienen una calidad máxima, respuesta del público total, que tienen su público fiel y agota las entradas en poco tiempo, como por ejemplo el caso de la Film Symphony. Esas propuestas no pueden faltar, nos ayudan. Se unen, además, con un público joven que si no fuese por este tipo de música quizás no entraría al Palau.
Habéis presentado un programa con cuatro líneas de mecenazgo que van de los 100 a los 5.000 euros. Da la sensación de falta de presupuesto. ¿Es así?
Lo hemos puesto en marcha porque había un interés por algunos mecenas, querían tener esa participación en el Palau como ya hacían con otras instituciones o auditorios de aquí y de otros países. Hay gente a la que le gusta la música, tiene disponibilidad económica, y en la medida de sus posibilidades quiere participar. Destacaría especialmente el programa con Iberdrola de este año con más de 200.000 para cambiar la iluminación a LED y la exterior del Palau, con un aspecto precioso que nunca ha tenido. Lo agradezco a ellos y a la alcaldesa, María José Catalá, porque para ella el Palau es uno de sus ejes vertebradores de la política municipal, lo vemos cada día y especialmente lo comprobaremos el año que viene con la presentación de la apuesta de València como Music City para mostrarla también como una parte fundamental para la sociedad y la economía, especialmente en la Comunitat Valenciana donde hay mucho consumo y creación de música, con 564 sociedades musicales, más que municipios.
¿Qué nos puedes avanzar de este proyecto?
Se presentará en febrero aunque ya se está trabajando, con amplitud muy grande. Es un proyecto muy importante porque estaremos dentro de una red de ciudades de todo el mundo, con grandes auditorios, y permitirá a València tener relaciones y actividades muy importantes a nivel internacional.
¿Se está trabajando en una gira para la Orquestra de València?
No creo que tardemos mucho en anunciarlo, pero estamos trabajando en ello y en 2026 ya avanzo que tenemos cerrado un intercambio con la Orquesta Nacional. A nivel internacional pronto anunciaremos más cosas. Poco a poco se hacen giras internacionales en orquestas de España pero no es tan habitual. Yo creo que en la Comunitat Valenciana las orquestas están teniendo una actividad internacional por encima del resto de orquestas españolas, exceptuando la Nacional, que es referente. Vamos a intentar salir a grandes auditorios y a hacerlo contratados por ellos. Hemos hecho grabaciones para televisiones de otros países, hemos acogido los Premios Internacionales de Música Clásica (ICMA)... y eso abre paso a nuestro desembarco, al igual que el trabajo de Alexander Liebreich, que nos hace estar a la altura de las mejores, algo que hasta ahora no se había hecho.
¿Cómo valoras el trabajo de Liebreich como director titular de la Orquestra de València?
Estamos muy contentos, su proyecto nos interesa por la calidad artística, por lo comprometido que está con la ciudad y con la orquesta, hasta el punto de hacernos partícipes en proyectos suyos. Ese vínculo es fantástico y confío muchísimo en lo que pueda aportar tanto a la Orquesta como con el proyecto de València Music City. Su contrato finaliza en 2026 pero me gustaría poder ampliarlo para que el proyecto tenga estabilidad. Cuando encuentras la horma de tu zapato, hay que guardarla.
¿Cómo afrontáis las obras? Las anteriores, aunque fueron mucho más importantes, se demoraron mucho…
No afectan a la sala, entonces en horario de concierto no pasará nada, no afecta a la temporada. La idea es comenzar las obras en las vacaciones de Navidad si todo va bien, con tres meses de estimación, es una de las más rápidas pero de las que más se notarán en el día a día del personal del Palau, porque se sufren muchas filtraciones, con una inversión de 347.000 euros más o menos. Se va a instalar una carpa para que no entre agua durante las obras, fue una insistencia mía, y eso se va a hacer aquí y en el resto de obras. Es un proyecto de legislatura y espero que cuando termine esté 100% finalizado.
¿Cuál es el reto de este año?
El público del Palau se incrementó mucho el año pasado hasta los 208.000, sobre todo si lo comparamos con las cifras antes del cierre, y esperamos afianzarlo e incluso superarlo, pero sobre todo afianzarlo, porque la capacidad del Palau es la que es y la agenda no puede ser más completa. Yo creo que estamos en ello y lo conseguiremos. La actividad que tiene desde febrero es del 100% y vamos por el buen camino, con una temporada en la que estaremos a tope.
¿Un breve balance de tu primer año como director del Palau?
Para mí ha sido emocionante. Poder llevar un proyecto de este calibre como es la reapertura del Palau, conseguir que el público venga y se asiente, que vengan grandes formaciones… Se lo agradezco a María José Catalá, a José Luis Moreno, a Manolo Tomás y a la gente del Palau. Conozco el Palau desde sus inicios, he actuado con la Orquesta de València, en ciclos, como solista… La Orquesta de València y el Palau forman parte de mi vida musical, como aficionado y profesional, así que esto es un colofón a mi carrera de 42 años como artista, docente y gestor. Emocionante e ilusionante.