El camión-escenario de Les Arts Volant arrancó anoche su gira 2020 con una adaptación en valenciano de la primera ópera de Vicent Martín i Soler, Il tutore burlato, en la entidad local menor de Alzira La Barraca d'Aigües Vives. Así se inauguró la cuarta edición del proyecto del Palau de Les Arts que acerca la cultura a las plazas y los municipios de la Comunitat Valenciana. Presentaron el acto ante los medios la alcaldesa de La Barraca, Verónica Almunia, el diputado de Cultura Xavier Rius, el director de Les Arts Jesús Iglesias y el director de escena y escenografía Jaume Policarpo.
«La gira empieza en La Barraca porque simboliza muy bien el concepto de Les Arts Volant: igualar los derechos de la ciudadanía ante la cultura», explicó Xavier Rius. La iniciativa consiste en acercar la cultura de primer nivel a cualquier rincón, en la calle, ante cualquier público. Para la entidad local menor de Alzira, con aproximadamente 800 habitantes, es un honor acoger la ópera bufa que se representará en julio en el Palau de Les Arts.
Les Arts Volant se reinicia, además, después del confinamiento. Para la mayor parte del público, el espectáculo ambulante fue el primero del que pudo disfrutar en directo después de muchos meses. Desde el área de Cultura de la Diputació de València, se resaltó el compromiso con la revitalización de la cultura después de este periodo: «Lo principal era que a la cultura continuara llegándole el oxígeno para que el impacto de la pandemia fuera el menor posible», afirmó Rius.
Desde Les Arts, el director Jesús Iglesias reconoció que, tras el éxito de los años anteriores, era necesario dar continuidad a Les Arts Volant e, incluso, hacer crecer al proyecto. «Les Arts es mucho más que un edificio de Calatrava en València», reivindicó en la rueda de prensa Iglesias. Para el director, la magia que logra que un camión se convierta en teatro y toda la gente que disfruta del espectáculo en la calle también constituyen Les Arts. El objetivo fundamental de la iniciativa es fomentar el interés y la curiosidad por la cultura en la población.
La propuesta de Les Arts Volant no solo es especial porque traslada la ópera a las plazas, sino también porque lo hace en valenciano y con una gran potencia escenográfica. La calle le otorga un valor añadido a la representación, tal y como apuntó Xavier Rius en la rueda de prensa. El director de escena, Jaume Policarpo, juega con el escenario—el camión desplegable— y plantea mediante luces, un decorado móvil y actores y marionetas una versión rompedora de Il tutore burlato. «Me gusta que la escenografía sea un personaje más», señaló Policarpo. Este factor hace la ópera todavía más accesible, pues permite que el público la comprenda y conecte con ella en mayor medida.
El tutor burlat
Vicent Martín i Soler fue un ilustre compositor valenciano contemporáneo de Mozart —y admirado por él—. Su primera ópera, Il tutore burlato, se estrenó en 1775 en el Palacio de La Granja de San Ildefonso (Segovia). Ahora, más de 200 años después, Les Arts Volant ofrece una versión valenciana de en torno a una hora de duración en las calles de Sagunto, Vilafranca, Potries, Godella, Alcublas, Casinos y muchos lugares más. Hasta el 4 de octubre de 2020, el público puede disfrutar de un espectáculo mágico, divertido y próximo con voces prodigiosas y una elevada calidad musical e interpretativa.
La obra presenta a la joven Violante (Aida Gimeno), con quien quieren casarse su tutor Fabrizio (Oleh Lebedyev), el caballero don Lelio (David Ferri) y el pastor Pippo (Omar Lara). Violante solo está enamorada de Pippo, y entre confesiones, celos y estratagemas, se desarrolla una cómica historia de enredo en la que destaca el carácter feminista de la protagonista, que actúa libremente a pesar del argumento. También forman parte del elenco Gonzalo Manglano (Anselmo, el criado de don Lelio), Vittoriana de Amicis (Menica, la hija del tutor) y Carlos Sanchis, pianista que acompaña en todas y cada una de las piezas y que interactúa virtuosamente con la escena. El conjunto de intérpretes pertenece al Centre de Perfeccionament del Palau de Les Arts.
Desde el patio de butacas improvisado, el camión ambulante deja de serlo y da rienda suelta a la imaginación. El decorado, con grandes maceteros y luces en tono pastel, se mimetiza con la vegetación de la plaza de La Barraca d'Aigües Vives. Los actores y las actrices entran en escena subiendo una escalera lateral o perdiéndose entre el romántico decorado. Las marionetas adquieren vida propia y el piano acompaña cada movimiento. Las artes escénicas vuelan y la cultura, sin duda, se siente cerca.
