Cultura

El IVAM desentierra el pasado de València con la restauración integral de la muralla medieval

Durante más de un año, un equipo técnico de arquitectura y arqueología ha realizado la primera rehabilitación de forma integral de la parte conservada en la sala Pinazo

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Muralla restaurada en el IVAM (Miguel Lorenzo)

El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) ha conseguido desenterrar el pasado de València a través de un testigo del tiempo y elemento clave en la constitución de la ciudad en los últimos siglos: la muralla medieval. Durante más de un año, un equipo de arquitectura y arqueología ha trabajado en la restauración integral del tramo conservado en la sala Pinazo, que el público ya puede conocer junto con las exposiciones de este espacio, que renueva contenido a partir del 25 de abril con la apertura de una nueva muestra sobre Ignacio Pinazo, según ha avanzado el propio museo. 

La directora adjunta del IVAM, Sonia Martínez, ha explicado que “es la primera vez que se lleva a cabo una rehabilitación integral de la muralla desde que se inauguró el IVAM en 1989” y ha explicado que tanto esta actuación como la mejora de la accesibilidad de la sala forman parte del Plan Director de Inversiones del IVAM, que marcó el inicio de una serie de reformas tácticas que pretenden actualizar el edificio que, tras más de treinta años desde su inauguración, requería intervenciones sobre su estructura. En total, se han invertido 622.576,12 euros en esta intervención.

“Incluye obras ya finalizadas como la recuperación del vestíbulo de entrada como plaza pública -la entrada al museo, que preserva la icónica escalera blanca, tiene nuevas taquillas y guardarropía, convirtiéndose en un gran distribuidor de los accesos-, la renovación de la cafetería, la apertura de una nueva tienda y librería y la reforma de los Labs en un gran espacio de 500m2 para adecuar y mejorar la oferta cultural y educativa”, detalla Martínez. 

Restauración de la muralla de València en el IVAM

Tres etapas de rehabilitación

José Ferrandis ha estudiado durante más de 15 años las murallas de València y en 2016 presentó, de hecho, su tesis doctoral sobre ellas. Él ha ejercido de director del equipo técnico de arqueología, que ha trabajado junto con un equipo de arquitectura de Fabricantes de Espheras y un coordinador de seguridad. “Hemos estado durante unos trece meses trabajando en esta obra, que ha sido bastante compleja porque requería mucha coordinación, pero hemos trabajado al milímetro y el resultado ha sido exquisito”, cuenta. 

Ferrandis recuerda que este tramo conservado en el IVAM se descubrió de forma accidental, cuando, durante unas obras para realizar un parking, se encontraron restos que se creían ya perdidos por la edificación posterior. Fue en ese momento cuando se retiraron escombros de los edificios que se alzaron sobre ella, sus canales de saneamiento… y dejaron conservados 80 metros, algunos con hasta 2 metros de altura, que decidieron integrarse en una sala del museo. 

“No obstante, quedó pendiente una intervención importante de limpieza y restauración, en definitiva ponerla guapa para exhibirla como toca al público”, señala, y añade que con la restauración se ha podido mostrar detalles y acabados de gran valor, así como corroborar información sobre técnicas y el papel que jugó la propia muralla. 

Equipo de la restauración de la muralla de València en el IVAM (Miguel Lorenzo)

Así, el arqueólogo detalla que esta intervención se ha hecho en tres fases, comenzando “con una excavación inédita en la rampa de acceso a la sala donde han aflorado fragmentos de cerámica taifa del siglo XI, así como restos arquitectónicos de los edificios que se construyeron en el espacio que dejó la muralla tras su derribo en el s. XIX, tales como pavimentos, pilares o muros”.

En una segunda fase se realizó una excavación intramuros, otra novedad de la actuación ya que “hasta ahora las únicas investigaciones sobre la muralla fueron realizadas coincidiendo con la construcción del IVAM entre 1985 y 1987, y se realizaron únicamente de manera parcial y extramuros”. 

La última etapa consistió en limpiar la totalidad del muro, eliminando elementos impropios, restaurando aquellos elementos que presentaban un estado deficitario de conservación, al tiempo que se han realizado puntuales reconstrucciones de elementos perdidos y en mal estado para su puesta en valor.

Restos arqueológicos extraídos en la restauración de la muralla de València en el IVAM

Asimismo, se han enfatizado las técnicas constructivas de la muralla, “sacando” a la luz la cimentación en el extremo Norte y marcando en la sección anexa su forma de construir. Por último, se ha realizado una iluminación específica para resaltar estos elementos.

Como resultado, Ferrandis destaca que se ha podido corroborar información que da forma a la historia de la ciudad, como que se construyó en la segunda mitad del siglo XIV ante la guerra entre Aragón y Castilla, por el miedo a los desbordes del río Turia y por el incremento demográfico de la ciudad en ese momento, que dejaba a muchas familias viviendo a extramuros. 

Ahora, el reto es seguir investigando para ajustar el momento más exacto de su construcción gracias a todos los datos extraídos de sus cicatrices en esta restauración y a los libros de cuentas municipales que se han conservado desde entonces. “Intentaremos ajustarnos todo lo que se pueda”, destaca. 

Más accesibilidad y visibilidad de las obras

Restauración de la muralla de València en el IVAM

La intervención ha supuesto arrojar luz al pasado de la ciudad con el embellecimiento de la muralla, pero también mejorar la accesibilidad de la sala Pinazo, donde se ubica, y de las obras que la conforman en su programa expositivo. 

Laura Mantecón y Sergio Estruch, de El Fabricante de Espheras, se han encargado de esta parte con un proyecto de arquitectura. Mantecón ha explicado que “se ha modificado el abrupto acceso con una nueva rampa de pendiente inferior al 6%, con el objetivo de hacer del IVAM un espacio universalmente accesible para no discriminar a ninguna persona que pudiera hacer uso del museo”.

Además, la arquitecta destaca que se ha recuperado la circularidad en el recorrido expositivo, mejorando también la evacuación, y se han actualizado las instalaciones de iluminación y climatización para mejorar las condiciones de conservación y visibilidad de las obras expuestas. “En el tramo final se ha cambiado el pavimento para marcar la huella de la expansión de la muralla”, aseguró Laura Mantecón.

Estruch apunta que “también se han solucionado los problemas de impermeabilización que se detectaron en la sala, para lo que se ha levantado parte del pavimento de la plataforma de acceso y se han formado nuevas pendientes de evacuación del agua de lluvia hacia el exterior”. 

Restauración de la muralla de València en el IVAM (Juan García)