Siempre interesada en la actualidad cultural, actualmente Fani Grande —en algún momento vinculada a la programación infantil de Canal 9— está involucrada en la enseñanza de la comunicación eficaz, tanto a nivel público como privado, además de enfocada en publicar reflexiones en un blog que tiene miles de seguidores y funciona como extensión de sus intereses: El Fémur de Eva.
Grande siempre ha estado ligada a los libros y al fomento de la lectura. Participó en Adéu RTVV, editado por la Universitat de València, trabaja actualmente en un texto sobre la transfobia y ha terminado una obra de teatro llamado Empar, Fallera Major Infantil. En València Extra habla sobre sus creaciones, la identidad de género, Canal 9 y las redes sociales como camino para el activismo a la hora de expresarse y cambiar el mundo.
En el proyecto que estoy preparando, que se presentará en la Feria del Libro de Valencia, es justo un libro que recoge la mirada de los jóvenes trans en este momento. La coincidencia entre todos los testimonios que he tenido la suerte de encontrar y también hablando con los profesores de la Universidad, con Lambda, con la Fundación Daniela, he llegado a la conclusión que es verdad que los libros y los blogs pueden ayudar, pero lo que más ayuda es que en cada centro escolar hubiese una asignatura que se llamara diversidad. Eso es lo que más ayudaría.
La idea es que todos demos una mirada a un colectivo que quizás es el único que queda en el reconocimiento de sus derechos. Estamos asistiendo a un momento similar al de unos 30 años cuando se despatologizó la condición de homosexual y salió de la lista de enfermedades de trastornos mentales de los manuales de la OMS. Por mucho que nosotros escribamos… si desde Primaria no hay un compromiso educativo para que los niños empiecen a estudiar qué es la diversidad y en qué consiste, de verdad que es muy complicado.
Hay muchas personas creyentes en los colectivos de todo tipo. Yo soy profundamente más atea y me gustaría vivir en una sociedad más laica, porque hay mucha gente creyente. Están rechazando a gran parte de su propio colectivo. Hay una tradición muy fuerte, muy conservadora, y hemos visto que este autobús es fruto de una tradición ultracatólica. En el caso del autobús son tan radicales, tan a la derecha de la derecha de la derecha, que hasta la Conferencia Episcopal se ha desmarcado.
En el mismo sentido, ¿es posible el activismo a través de los blogs?
Es necesario y es obligatorio. El compromiso de las personas que estamos en redes es la obligación moral de que estas cosas estén presentes en nuestros timelines, en nuestros blogs y comentarios. El colectivo de las personas trans tiene un nivel de suicidios muy importante y alarmante, y sobre todo en Latinoamérica es donde más casos de asesinatos hay. Los asesinan a diario.
Si cada día se hablase en positivo de ellos y de ellas la gente dejaría de verlas como bichos raros. No todos somos los personajes, como dice Carlos Nacher, de Estela Reynolds en La Que Se Avecina o personajes como la Veneno. El momento trans de ahora no es el de hace treinta años. En ese tiempo lo primero que le sucedía a una persona trans era el impedimento de tener una educación, por ejemplo. En este momento las personas trans son licenciados, arquitectos, médicas, son mujeres y hombres con vidas profesionales totalmente normales. Gracias a todo el esfuerzo educativo que se está haciendo son personas que no se excluyen del sistema educativo.
El gran cambio que he visto ahora es que estos padres que no se avergüenzan de sus hijos.
Nunca la verdad ha estado en una sola fuente de información. Es verdad que todos los grupos mediáticos tienen sus propios intereses, eso es una obviedad. Los blogs no están sujetos a grupos mediáticos, pero tampoco te puedes solo informar de blogs, leyendo tweets, en Facebook.
Hoy en día para hacerte una idea de los hechos tienes que contrastar muchísimo la información. Las redes, sobre todo Twitter, provocan realidades reactivas a informaciones muy parciales. De repente te encuentras un trending topic que está basado en una información que no es del todo exacta. La parte buena de las redes es que puedes participar, la parte mala es que hay mucha mentira compartida y mucha información ofrecida de una manera poco profesional.
Yo trabajo mucho el tema de la información y voy a los centros a explicar el uso ético de las redes sociales con los chavales. Siempre se sorprenden de cómo están las redes de una manera poca productiva; solo para subir sus fotos, para agrandar sus egos. No se dan cuenta que gracias a las redes se pueden hacer una marca profesional competitiva. Yo me he rehecho profesionalmente gracias a las redes donde tenía la etiqueta “parada de larga duración”
¿Y cómo funciona El Fémur de Eva?
Yo invito a que contrasten, porque no escribo para tener razón. La idea es que se provoque un debate, por eso mi blog está abierto a comentarios. Todo el mundo puede dejarlos, lo único que pido es que sean educados. Propongo temas que te hagan pensar y establezco siempre un diálogo. Contesto a todo el mundo.
Yo tengo un profundo agradecimiento a las redes sociales. Gracias a los lectores publiqué el blog —que ha sido trending topic nacional unas diez o doce veces— en forma de libro. Escribir para mí es sagrado y la inteligencia del lector es lo segundo sagrado.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer, una fecha que algunos celebran y otros no... ¿Tienes alguna opinión al respecto? ¿Lo tomas en cuenta o lo consideras algo institucional?
Tengo sentimientos ambivalentes, porque me da mucha rabia el oportunismo de ese día, porque ese día todo el mundo tiene mucha atención a las mujeres, todos los políticos tienen unas palabras muy consideradas para las mujeres. El presidente del Gobierno hará un acto para las mujeres, con todas las ministras. Pero es lo mismo que ha pasado con el Día de las Enfermedades Raras; todo el mundo se ha hecho una foto con alguien que tiene una enfermedad rara. Pero los afectados tienen esa enfermedad todos los días.
El Día de la Mujer es una sobredosis de buenas intenciones que luego no se traducen es más mujeres en cargos directivos, más catedráticas, más rectoras, menos imágenes sexistas en las televisiones. No se va a traducir en un pacto contra la violencia de género.
Es un día emblemático, para reivindicarnos como personas, como mujeres trabajadoras, pero tiene una parte de hipocresía y oportunismo que no comparto. El Día de la Mujer Trabajadora es todos los días. Si ese día tuviese unas consecuencias en positivo, pues bueno… pero es que no las tiene. Las estadísticas siguen mostrando cómo cobramos menos dinero, cómo tenemos poco acceso a puestos directivos.
¿Tu experiencia al trabajar en Canal 9?
Aprobé en el año 89 una plaza de azafata, recepcionista e intérprete, porque hablo inglés, valenciano y castellano, tenía un buen currículum como relaciones públicas porque trabajaba en una multinacional de libros. Lo que hacíamos era trabajar con personas que no hablaban inglés o valenciano, traduciendo simultáneamente en cabina.
Yo he salido con la misma plaza que entré… pero es una larga historia. Una de las cosas que hacíamos era enseñar la televisión a los niños y las niñas que venían, y una vez un directivo vio cómo interactuaba con los niños y mi sorpresa fue que me llamaron para presentar el primer programa infantil, A la Babalà. Para mi sorpresa me eligieron y estuve unos años de presentadora.
¿Cómo ha sido mi experiencia? La respuesta más corta: es una de las empresas más tóxicas a nivel humano en lo que ha trabajado, donde han maltratado a los trabajadores hasta el infinito. A mí no me despidieron, pero si me hubieran podido despedir, lo habrían hecho.
Ahora la propuesta que hay es abrir Canal 9 con 500 personas, que es exactamente la cantidad de personas que cuando entré yo. Hacíamos programas que ganaban premios como Dossiers, Fulles Grogues, programas emblemáticos culturales. En el 2013, cuando en el primer ERE, la plantilla rondaba las 1600 personas… Había estratigrafías arqueológicas de los trabajadores de los diferentes gobiernos. Lo que estábamos ahí desde el principio nos decíamos: “Esto no puede ser”. Al respecto, participé en el libro Adéu RTVV, donde se explica todo lo que ha pasado.
Ahora regresará RTVV. ¿Crees que es necesario al menos un programa cultural en la nueva TV valenciana? ¿Qué programación te gustaría ver?
Espero que haya más de un programa cultural. Escuché la comparecencia de Empar Marco, la directora general, y creo que su compromiso con la cultura tendrá como consecuencia que haya más de un programa cultural. Lo que escuché es que tiene un compromiso con la cultura y sobre todo con no hacer telebasura ni programas que atenten contra la dignidad de las mujeres y en general contra la inteligencia de los telespectadores.
Yo sé que habrá programas culturales porque así ha ganado su proyecto entre los otros. No ha ganado porque sea mujer... Es una gran profesional, que ha presentado una buena propuesta, que ha tenido mayor respaldo y que es mujer, ¡genial! Estoy muy contenta que haya una directora general.