Europa Galante y su fundador y titular, Fabio Biondi, vuelven a la Sala Iturbi del Palau de la Música para presentar mañana martes, a las 19.30 horas, la ópera en versión concierto Argippo de Antonio Vivaldi. Conjunto y director estarán acompañados de un brillante elenco vocal formado por las sopranos Emoke Baráth y Eleonora Bellocci, en los papeles de Argippo y Osira respectivamente, la alto Michaela Antenucci como Silvero, el tenor Fabrizio Beggi como Tisifaro y la mezzosoprano Ann Hallenberg como Zanaida. Precisamente, Fabio Biondi fundó Europa Galante en 1990, y en 1991 grabó con el conjunto una versión de Las cuatro estaciones de Vivaldi tan audaz, que revolucionó la visión no sólo de esa obra, sino de todo el género del concierto barroco.
El director del Palau, Vicente Llimerá, ha destacado que «este año la ópera barroca de gran calidad, tuvo su precedente el pasado mes de enero con Salomón de Händel interpretado por Gabrieli Consort & Players, y mañana podremos disfrutar de Argippo, una ópera recuperada de Vivaldi, algo inusual y muy especial ya que sus partituras más conocidas y admiradas son las instrumentales». En este sentido, ha añadido que «tenemos la extraordinaria oportunidad de poder disfrutar plenamente en València, y con esa búsqueda continua de nuevos lenguajes originales que siempre aportan Biondi y Europa Galante, de esta bella ópera redescubierta».
Famoso por sus aportaciones a la música instrumental, Antonio Vivaldi estuvo siempre obsesionado, sin embargo, con el mundo operístico, y al final de su vida, el propio compositor declaró haber escrito más de 90 óperas, aunque muchas de ellas no serían sino pasticcios, es decir, aquellas obras integradas por arias de diversos compositores y habitualmente escritas para otras obras, que luego eran adaptadas, ensambladas y engarzadas con recitativos en la nueva historia.
De esas 90 obras se conocen 45, conservadas en diferentes estados de integridad, pero se caracterizan por ser incisivas, arrebatadoras y de una fantasía musical y vocal extraordinarias; de una belleza melódica y de una maestría del canto que no tiene nada que envidiar a otros autores. La última de ellas en regresar a los escenarios, tras casi 300 años de olvido, ha sido Argippo, que Vivaldi presentó en Praga en 1730, cuya historia transcurre en la corte de un maharajá oriental.