La llegada oficial de las Navidades a València trae consigo la tercera semana de programación de la obra ‘El día de San Judas’ en Sala Russafa. La exhibición busca ser uno de los planes navideños más atractivos para aquellos que deseen disfrutar o regalar cultura, además de contribuir al atractivo teatral valenciano.
El centro de creación, formación y exhibición de artes escénicas apuesta por la Navidad como una ocasión en la que ofrecer una programación especial. Además, pone a disposición del público diferentes alternativas para hacer de las artes escénicas un regalo. Un ejemplo son sus abonos para 4 espectáculos por 48€ o para 6 espectáculos por 72€. Con validez hasta junio de 2025, incluyen tanto la programación escénica regular para adultos como la familiar. Y el destinatario puede gastarlos unipersonalmente o sacar varias entradas para invitar a quien desee.
Otra opción es el abono específico que Sala Russafa ha creado para su XIV Cicle de Companyies Valencianes. Por 55€ incluye una entrada para cinco espectáculos programados en febrero y marzo. Se trata de la comedia La decisió de Lola, interpretada por Carme Juan para Elcoshow; de la tragicomedia acerca de la necesidad de comunicar Stellae, nueva creación de Iria Márquez en la formación Vivirei; de la comedia de L’Horta Teatre L’últim ball, con Alfred Picó y Carles Alberola; de Rob, una coproducción de Teatre de l’Abast y Zero en Conducta inspirada por el mito de Robinson Crusoe; y de la comedia alrededor del hecho escénico Hoy no estrenamos, de L’Om-Imprebís. Una selección que incluye piezas de compañías más emergentes junto a otras totalmente consolidadas dentro de la escena autonómica y nacional, todas ellas con propuestas interesantes y a un precio especial, gracias al abono que, en este caso, sí es de uso unipersonal.
También está el abono para la programación familiar, que incluye por 35€ cinco espectáculos programados en febrero y marzo: Pinocho, vamos a contar mentiras, de Teatre de La Caixeta; Sherezade, de Contrahecho Producciones; Boreal, de La Família Política; Martina i el bosc de paper, de L’Horta Teatre; y Lluna dos i tres, de Teatre de L’Abast.
“En una época en la que es tan difícil sorprender, este tipo de regalos permite generar vivencias. La persona que lo recibe va a tener varias ocasiones en las que salir de casa y ver una propuesta escénica de calidad, cada una con su historia, sus emociones y reflexiones, su estética… son estímulos que nos sacan de la cotidianidad para proponernos algo nuevo”, explica Juan Carlos Garés, director de Sala Russafa.
Desde el teatro, señalan que hay mucha tradición en regalar libros, por ejemplo. O música, aunque el uso de plataformas en streaming haya afectado a la venta de discos. Sin embargo, otras expresiones culturales como el teatro todavía no se han posicionado como alternativa a la hora de ofrecer un presente. Algo que desde ellos tratan de fomentar aportando facilidades, tanto para quien brinda el regalo como para quien lo recibe.
Desde la web del teatro se puede escoger la fórmula de abono que mejor se ajuste al presupuesto. En el mail de confirmación de compra se recibe un código alfanumérico que es lo que se regala al destinatario. Y cuando éste quiera ver un espectáculo, no tendrá más que acceder online a Sala Russafa, elegir el día, hora y número de entradas, e introducirlo durante el proceso de compra para recibirlas sin coste alguno. Además, en la taquilla del teatro se puede adquirir el abono en persona y recibir una tarjeta regalo física con el código, si se prefiere.
“Lo importante es que la gente sea consciente de que hay opciones más allá de la caja de bombones o el balón de fútbol. En esta época en que lo que ocurre en vivo adquiere un valor casi por contraste, necesitamos vías de escape. Las artes escénicas ofrecen evasión, despiertan aprendizajes, estimulan el corazón y la mente... Tanto para los más pequeños como para los adultos, siempre les van a aportar algo distinto, único e irrepetible”, afirma el director de Sala Russafa.
LA RISA COMO OBSEQUIO ESTAS FIESTAS EN SALA RUSSAFA
En su décima coproducción para Navidades, Sala Russafa y Arden presentan 'El día de San Judas'. Una propuesta distinta, con el humor como base y la risa como el regalo para estos días en que las tensiones políticas y sociales se extienden no solo por Valencia y España, también por el resto del planeta. Una pieza con una puesta en escena alejada de las comedias musicales coloristas de otros años, pero igual de gamberra.
Esta temporada, Chema Cardeña firma y dirige una comedia que traslada a los espectadores a un pueblo imaginario, San Judas de Vallemuerto, justo en el día en que van a celebrar a su patrón, Judas Iscariote (sí, el apóstol traidor, al que han hecho santo). Un momento de clímax en la pequeña vida del municipio que se verá alterado por la aparición de dos exvecinas en su estación de tren.
Se presentan cargadas con un bulto que hace sospechar a todos, principalmente a quienes temen su venganza: la condesa Avaria, el alcalde Don Sañudo, el alguacil Quinto, la maestra Experta y el capellán Don Poncio. Son los representantes de las fuerzas vivas, de ‘la gente de bien’, que no tendrá remilgo alguno a la hora de poner en práctica todo tipo de estratagemas para evitar su regreso y que salga a la luz el oscuro secreto que les une a las Terranova.
El espectáculo presenta una estética de principios de siglo XX, influenciada por el expresionismo alemán y el cine mudo de la época, en hitos como Nosferatu, Metrópolis o El acorazado Potemkin. Con proyecciones, humo, maquillajes contrastados y un diseño de luces que recupera estilos antiguos, como las candilejas, se consigue la atmósfera perfecta para que estos patanes puedan manipular a placer, saltando por encima de la ética cuando aparecen cuestiones como la malversación, el robo, los sobornos, la pederastia o los bulos.
Y es que, en un pueblo que idolatra a los traidores, todo es posible. Sobre todo, si se narra con una lengua viperina, en tono de farsa y con un sentido de humor bárbaro, con su puntito macabro, sin límites para hacer chistes hasta de las reliquias cristianas. El público podrá conocer los pensamientos y las acciones de unos personajes caricaturescos, que harán correr el anisete, las pastitas y las triquiñuelas para utilizar el orden y el desorden público a conveniencia de los poderosos, en una trama que algunos querrían censurar, donde saltan chispas y alguna gotita de sangre.
La propuesta de Sala Russafa y Arden para estas navidades estará en cartel hasta el 12 de enero, con función especial por Nochevieja incluida, invitando al público a pasar un rato divertido al tiempo que identifican las situaciones de las que se nutre el populismo, aunando la risa y sentido crítico. Porque el teatro puede ser un mero disfrute… o algo más.