La Diputació de València ha dedicido prorrogar hasta el 27 de febrero la exposición Arqueologia d'una icona. El Guerrer de Moixent en el temps, que conmemora los 90 años del hallazgo de esta pieza, que data del siglo IV a. de C., en la Bastida de les Alcusses de Moixent.
El Guerrer de Moixent regresaba así el pasado mes de octubre a la Diputació de València, que fue su casa durante más de 30 años antes de instalarse en la Beneficència, actual sede del Museo de Prehistoria de la corporación provincial.
Desde entonces, más de 5.000 personas han visitado la muestra, que se exhibe en el Saló de Respecte del Palau dels Scala, en la plaza de Manises de Valencia, los fines de semana y festivos, de 10 a 14 y de 16 a 19 horas.
Además, decenas de colegios de toda la provincia han concertado visitas a la muestra, de manera que el profesorado ha podido explicar a los escolares la relevancia histórica y cultural del hallazgo, aprovechando un diseño museográfico moderno basado en la interacción y los elementos audiovisuales.
Arqueologia d'una icona. El Guerrer de Moixent en el temps, está organizada por el Museo de Prehistoria y la Oficina Técnica de Restauración del Patrimonio (OFITEC) de la institución provincial; y según el presidente de la Diputació, Toni Gaspar, “muestra la trascendencia del hallazgo de este guerrero a caballo, pequeño en tamaño pero enorme en valor histórico y simbolismo, como demuestra el uso que de la imagen han hecho y siguen haciendo instituciones públicas y privadas de cualquier ámbito”.
El Guerrer de Moixent fue desenterrado por Vicente Espí durante las excavaciones que se estaban llevando a cabo en 1931 por personal del Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de València.
Cuatro módulos interactivos
El comisario de la muestra y director del proyecto arqueológico de La Bastida, Jaime Vives-Ferrándiz, explica que el viaje en el tiempo junto al Guerrer de Moixent contiene cuatro módulos interactivos pensados para alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato y público familiar, que ayudan a entender la relevancia del personaje en las élites de una cultura contemporánea de griegos, etruscos, púnicos y romanos, pero con una organización social, ritos, creencias y manifestaciones artísticas propias que se evidencian en los hallazgos de la Bastida de les Alcusses.
El primero de los módulos presenta la Bastida de les Alcusses de Moixent como la nueva Pompeya. Una maqueta de la antigua ciudad ibérica sitúa a los visitantes sobre la superficie del poblado, donde deberán señalar el punto exacto en el que se hallaron distintos objetos arqueológicos siguiendo las pistas que ayudan a descubrir la información sobre los habitantes y su forma de vida. El Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputació lleva casi cien años trabajando en las excavaciones del yacimiento, que desde finales de siglo se convirtió en un espacio visitable hoy en proceso de ampliación para mejorar la experiencia histórica y divulgativa.
El segundo módulo explica los elementos empleados para convertir el guerrero a caballo en una representación icónica, y lo hace a través de un puzzle imantado que deben montar los asistentes. El protagonismo del Guerrer se mantiene en el siguiente módulo interactivo, que propone calcar en un banco retroiluminado las distintas armas utilizadas por los guerreros ibéricos en cada período. El recorrido finaliza con una última interacción que plantea al público reflexionar sobre lo que ha visto y depositar en un buzón su percepción sobre el Guerrer.
La muestra está compuesta por 44 piezas, incluyendo materiales arqueológicos, documentos y objetos contemporáneos particulares, y cuenta con un refuerzo audiovisual para un formato interactivo. Entre el contenido, destaca la réplica de Pinazo de la Dama d’Elx, en escayola pintada, y el diario de excavación de la Bastida con la carta remitida por el responsable de los trabajos en el momento del hallazgo del Guerrer de Moixent que, armado con falcata en la mano diestra, escudo redondo en la extremidad izquierda y protegido con un casco coronado por un gran plumaje, es el principal reclamo de la exposición.
El legado íbero y la Diputación
Más allá de la belleza y el valor artístico de la escultura, el Guerrer de Moixent nos acerca a la historia de los asentamientos íberos en la provincia, que actualmente podemos visitar en municipios como Moixent, Olocau, Llíria, Caudete de las Fuentes, Moncada, Gátova, Aras de los Olmos, Sagunto, Camporrobles y Villar del Arzobispo. La ruta de los íberos es fruto del trabajo de recuperación y conservación que realiza la Diputació, a través del área de Cultura y el Museo de Prehistoria, en colaboración con los ayuntamientos de estos municipios en la organización de rutas senderistas, visitas guiadas y talleres didácticos, entre otras actividades que incluyen la gastronomía.
La exposición aborda todos los detalles que rodean la figura del Guerrer, que pudo formar parte de la coronación de un símbolo personal o familiar o quizás fue esculpido para transmitir los valores del uso de las armas en la intimidad de la casa, en este caso de la Bastida de les Alcusses, uno de los yacimientos de la red íbera que custodia y conserva la Diputació de València.
La Bastida de les Alcusses fue un importante asentamiento fortificado del siglo IV a.C. que controlaba las comunicaciones y los recursos económicos en la actual comarca de La Costera. Las excavaciones de los técnicos del Servicio de Investigación Prehistórica han proporcionado datos para entender cómo era la sociedad que habitaba esta zona, con la jerarquía de sus moradores, el cultivo de la tierra y el comercio con recursos agrarios, metales y tejidos, innovaciones tecnológicas como la plantación de árboles frutales y el desarrollo del trabajo del hierro, la elevada consideración de las mujeres como transmisoras del poder familiar y el uso de las armas, reservado a una minoría cualificada de la que forma parte el Guerrer.