Las colecciones municipales incorporan las primeras cuatro obras de la segunda edición de la Crida pel patrimoni

La mítica butaca de los años 60 de Javier Carvajal, el libro de firmas por la muerte de Blasco Ibáñez, una pintura de Pinazo y un retrato de Antonio Cortina se adquieren en esta convocatoria

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Retrato de Antonio Cortina adquirido en la segunda edición de  la Crida pel patrimoni
Retrato de Antonio Cortina adquirido en la segunda edición de la Crida pel patrimoni

La mítica butaca de los años 60 del arquitecto Javier Carvajal, el libro con 15.000 firmas de condolencia por la muerte de Vicente Blasco Ibáñez, una pintura de 1887 de Pinazo y un retrato de Antonio Cortina entran a formar parte de las colecciones municipales gracias a la segunda edición de la Crida pel patrimoni. La convocatoria cuenta con un presupuesto de 50.000 euros para adquirir obras de arte, objetos y antigüedades, del cual se ha destinado de momento un importe de 18.992,90 euros a la compra de estas cuatro piezas. La concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello, ha destacado el doble objetivo de esta iniciativa: “apoyar a los sectores económicos del mundo de la cultura por el impacto de la pandemia e incrementar el patrimonio artístico del Ayuntamiento”.

Se ha valorado la adquisición de la “Butaca granada” de Carvajal para reflejar el nivel de la industria valenciana del mueble del siglo XX. Es, en palabras de la regidora Glòria Tello “un icono del diseño español fabricado en una de las empresas pioneras con origen en València, José Martínez Medina”. La Torre de València, en Madrid, o el Pabellón de España en la Exposición Internacional de Nueva York, de 1964, y por el que obtuvo el Primer Premio otorgado por el Instituto de Arquitectura Americano, son algunas de las obras del arquitecto. De la butaca, en concreto, “se hicieron pocas unidades y es una rareza encontrar alguna en el mercado”, según ha detallado la edila.

En cuanto al libro de firmas en homenaje al político, periodista y escritor valenciano, incluye la de personajes como el alcalde Vicente Alfaro, y se considera una pieza de interés para la Casa Museo Blasco Ibáñez. Tello ha manifestado que “este volumen encuadernado en piel con decoraciones de plata y el nombre del novelista con letras de oro fue una iniciativa del Partido Unión Republicana con motivo del cuarto aniversario de su muerte, en 1932”. Así, “el diario El Pueblo, entre otras publicaciones, hizo un llamamiento a los valencianos para que contribuyeran con sus firmas”. En total, se recogen unas 15.000, entre ellas numerosos sellos de caucho de los diferentes ateneos o centros republicanos, incluido el Ayuntamiento Popular y la Diputación, además de diversas instituciones públicas y privadas.

Respecto al cuadro de Ignacio Pinazo, del año 1887, es un óleo sobre tabla que viene a completar las piezas del autor que ya forman parte de los fondos del Ayuntamiento, en este caso, sobre el paisaje de la huerta.

Por otro lado, el retrato de Antonio Cortina será el primer trabajo del artista en el patrimonio municipal. “Además de la gran calidad de este retrato y del original y elegante fondo rojizo, se debe considerar la escasa obra de Cortina en las colecciones públicas y privadas valencianas”, ha puntualizado Tello. La concejala ha expuesto que “Sorolla lo calificó como uno de los más grandes y geniales pintores decorativos de su época, pero la nula afición a presentarse a exposiciones, poca presencia en salones y ausencia de encargos de retratos para familias de importancia le habían postergado a una segunda fila en cuanto a reconocimiento popular”.

Estos cuatro son los primeros trabajos seleccionados en la segunda convocatoria de la Crida pel patrimoni, dirigida a galerías y anticuarios con establecimientos abiertos en la ciudad de València. El consistorio puede comprar a cada ofertante una pieza o lote de piezas por importe máximo de 14.500 euros, impuestos incluidos. Esta iniciativa se lanzó “por primera vez en la historia del Ayuntamiento” en 2020 “con el fin de paliar los efectos de la crisis provocada por el coronavirus en el sector del arte”, según ha recordado Glòria Tello. “Se creó de manera excepcional, pero después de la buena acogida que ha tenido, se ha vuelto a poner en marcha, puesto que los profesionales nos han trasladado su importancia en un tiempo tan complicado como el que estamos viviendo”.

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