Cultura

El Centro de Arte Hortensia Herrero celebra el éxito de visitantes convertido ya en dinamizador económico de València

Su directora, Alejandra Silvestre, anuncia en el Fòrum de Proximitat de València Extra y À Punt la ampliación del programa de actividades en el centro de cara a 2024

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Dos personas fotografían una de las obras del Centro de Arte Hortensia Herrero de València

Desde que el Centro de Arte Hortensia Herrero (CAHH) abrió sus puertas el pasado 11 de noviembre, han pasado por este casi 10.000 personas, 800 visitantes de media cada día, según informan desde el centro. Una inauguración que trajo “muchas noticias bonitas” y que celebran desde la dirección del propio centro tal y como explicó Alejandra Silvestre, directora del CAHH, en el Fòrum de Proximitat “Valencia, gran potencia cultural” organizado por València Extra y À Punt que se celebró el pasado martes. 

“La reacción del público ha sido brutal y nos dicen incluso que necesitan volver más de un día porque no les da tiempo a verlo todo”, explica Silvestre. Con el objetivo inicial de conseguir una gran afluencia de pública ya cumplido, la directora de este recinto artístico asegura que ahora su intención es “seguir aprendiendo cómo se comporta el público” para poder mejorar la experiencia de todas las personas que acuden al CAHH para disfrutar de las mejores piezas de arte y escultura contemporáneas. 

Es por esta razón que la previsión para el próximo año 2024 se concreta en aumentar el programa de actividades para el público valenciano con más eventos y actos en el centro que se complementen con las visitas guiadas que ya se realizan actualmente. Estas tienen un coste de 1 hora y media y ofrecen al visitante un recorrido de una hora y media junto a un guía experto para conocer todos los detalles de las más de cien obras que se exponen en el centro expositivo. 

El impacto económico del CAHH en València

Además de situar a València en el mapa como una gran potencia cultural, la apertura de centros de arte como este, dependiente de la Fundación Hortensia Herrero, contribuyen al impulso económico de la ciudad, ya que actúan como un elemento dinamizador del entorno en el que se encuentran. En el caso del CAHH, este se ubica en pleno centro histórico de València, en la calle del Mar número 31, y ha servido de motor para impulsar los establecimientos de su entorno. Su directora confirmó en el encuentro que, por ejemplo, las cafeterías, los comercios e incluso las viviendas próximas a este nuevo centro se van a ver beneficiadas económicamente gracias a su aterrizaje en la ciudad. 

Un flujo económico que, a pesar de que no busca ser bidireccional, ya que este centro depende de una fundación sin ánimo de lucro, sí que usa la venta de entradas para poner en valor el arte. “En nuestro caso no dependemos de subvenciones o ayudas públicas, pero tampoco tenemos que conseguir beneficios económicos porque somos una fundación. Por eso, para nosotros era importante cobrar entrada, aunque no lleguemos a cubrir los gastos de la inversión y los que conllevan abrir todos los días. Pero, es necesario que el público valore ese arte y estamos mal acostumbrados a que la cultura es gratis, pero no es así”, resalta su directora, Alejandra Silvestre.

Un centenar de obras de arte contemporáneo en un rehabilitado Palacio de Valeriola

“Una pequeña joya en el corazón de València a la que hemos sabido sacarle el máximo partido”. Así describe la propia Hortensia Herrero el centro cultural homónimo. En ese sentido, en el Centro Cultural Hortensia Herrero (CAHH) se exhiben por primera vez un centenar de obras de arte creadas por más de 50 artistas de 16 nacionalidades diferentes. En total, este nuevo epicentro cultural, ubicado en el Palacio de Valeriola de València (que data del siglo XVII), tiene 3500 metros cuadrados expositivos distribuidos en 17 salas que se reparten en las cuatro alturas del edificio. 

En este recinto cultural, la mecenas Hortensia Herrero expone su colección privada de arte que ha ido conformando a lo largo de los años y que ahora ve la luz y recibe al público en un imponente edificio. Entre las obras expuestas no solo se incluyen pinturas y cuadros al uso, sino que también hay piezas de arte cinético (aquel cuyo movimiento es perceptible cuando el espectador se desplaza mientras observa la obra). De hecho, en algunas de ellas el arte trasciende del lienzo y se materializa en tapices o piezas escultóricas.