Sala Russafa llevará al público, esta Navidad, hasta San Judas de Vallemuerto, un pueblo que podría ser de cualquier país de Centroeuropa, para divertirle y hacerle reflexionar sobre la misoginia, el clasismo o cómo los poderosos tratan de engañarle. Son las principales claves de ‘El día de San Judas’, la nueva producción de Sala Russafa y Arden Producciones con influencias de Poncela, Valle-Inclán o Tarantino “que no dejarán indiferente a nadie”.
Así lo señala su autor y director, Chema Cardeña, con el que desgranamos los detalles de esta obra sobre el supremacismo de “la gente de bien” protagonizada por Marisa Lahoz, Rosa López, Manu Valls, Juan Carlos Garés y Saoro Ferre. Tras su estreno el sábado 14 de diciembre, tendrá pases hasta el 12 de enero en el teatro valenciano.
¿Qué va a encontrarse el público con ‘El día de San Judas’?
Vamos a encontrarnos con una comedia tiznada de negro, con tintes de farsa, parodia… en la que lo más importante es que aparte de reír, van a poder reflexionar sobre lo que pasa en España y en el mundo. Sobre cosas que debemos replantearnos seriamente.
En la obra se dice, de hecho, que “cualquier parecido con la realidad, decídalo usted”. Va totalmente ligada a todo lo que pasa a nuestro alrededor, sin intentar adoctrinar. Hablamos del clasismo, el racismo, la misoginia, la homofobia, la manipulación, los bulos y sobre todo el engaño del poder hacia el pueblo, temas que desgraciadamente están más al día que nunca. Es un toque de atención al gobierno, donde vemos una ultraderecha en Europa que se ha colado en los parlamentos como si no pasase nada. Es una llamada a que nos demos cuenta de qué supone esto.
¿Cómo has conseguido abordar la gravedad de estos casos a través de la parodia?
Llevamos años haciendo obras en Navidad que siempre han sido más amables aunque hablen de política, pero con otra apariencia digamos. En este caso volvemos a contar una historia pero con más ironía, que funciona muy bien con el público. Con el humor y el sarcasmo, si juegas a que sean ellos quienes completen la ecuación, yo creo que el público lo agradece más. Mi base no es la de despegarse de la realidad, sino de llevarla a otro punto.
¿El teatro debe avanzar más hacia un público activo?
Tanto yo como creador como mi compañía lo hemos intentado desde el primer momento. La cultura no debe estar despolitizada, es un instrumento más, tiene ideología, es una parte más de la sociedad y tiene una cara más curativa y provocadora. Yo creo que cualquier obra de teatro debe ofrecer esta posibilidad y que el público encuentre puntales en las obras que le hagan ser una parte activa.
Ir al teatro debe ser algo más allá de un encuentro social. No hay que confundir el ocio con la cultura. Si sigue vivo, es porque una de sus grandezas es que es una de las pocas artes que solo puede hacerse en directo, solo pasa en ese momento. Y al público le impacta mucho más que ver una película en el cine. Ver a un actor en directo es una experiencia impagable.
¿Qué puedes contarnos sobre la estética de la obra?
Vamos a encontrarnos con una estética peculiar que recuerda al mundo del expresionismo alemán. Se ha ido enmarcando en el vestuario, iluminación -que es un elemento narrativo más-, donde los personajes no son personajes al uso. Trabajan con su propia indumentaria para crear un personaje. Los actores luchan constantemente entre la verdad del actor y la manera de transmitir esa verdad. Eso ha sido lo más complicado de hacer.
Para mí el equipo artístico es un 10. Tenía en mente esta obra desde hace un año y aunque lo tenía todo muy meditado, luego hay que trasladarlo a ellos y ellas. Tienen un larguísimo recorrido y cuando les propones determinadas cosas, tienen que digerirlas y mostrarlas. Intentas ayudarles y dirigirles. Pero todo el trabajo es de ellos, que es lo que realmente le interesa al público. Hay un equipazo fantástico que lo mostrará al público, con una muy buena iluminación que ayuda a contar esa historia, un diseño de vestuario muy bueno y una gran producción de Arden, que siempre arropa y apoya el trabajo que hacemos.
¿Por qué no tenemos que perdernos ‘El día de San Judas’?
Porque no es una obra más. Siempre digo que es la obra que algunos no quieren veas. A mucha gente no le gustaría que se hiciese ni que el público la viese, y eso ya es suficiente motivo para verla. Pero sobre todo, porque se lo van a pasar muy bien, van a poder reírse y pensar, y pueden hacerlo también con una función benéfica por la DANA y otra en Nochevieja. Que vengan, porque no les va a dejar indiferentes.
Funciones
‘El día de San Judas’ ya ha comenzado la venta de entradas para disfrutar de sus funciones a través de su web. Con estreno oficial el día 19 de este mes y estancia en cartel hasta el 12 de enero, los pases son de lunes a sábado a las 20:00 horas y domingos a las 19:00 horas, a excepción de los días 20, 23, 24 y 25 de diciembre y 1, 7 y 8 de enero.
Además, habrá función benéfica con donación íntegra para municipios afectados por la DANA el 21 de diciembre a las 20:00 horas; y el especial de Nochevieja a partir de las 23:00 horas del 31 de diciembre, con un parón para recibir el 2025 con cava, cotillón y uvas de la suerte.